A finales de septiembre, Bilan et Perspectives, el grupo en Francia que desde entonces se ha convertido en el Groupe révolutionnaire internationaliste (GRI), afiliado a la Tendencia Comunista internacionalista, celebró su primera reunión pública sobre el tema ¡Contra la guerra imperialista, el futuro pertenece a la lucha de clases internacional! Asistieron a la reunión una treintena de camaradas, entre ellos una fuerte “delegación” de la CCI de una quincena de miembros y simpatizantes. Volveremos sobre este tema más adelante.

La presentación de la situación internacional pretendía ser exhaustiva. Y lo fue. Sin embargo, fue larga y demasiado políticamente dispersa para nuestro gusto. [1] No obstante, la posición política expuesta era clara y la apoyamos durante el debate. Nuestra primera intervención pretendía precisamente corregir esta dispersión para centrar la discusión política en lo que es esencial hoy para el proletariado internacional y para la intervención comunista: ¿existe una dinámica, un empuje hacia la guerra imperialista generalizada? En efecto, compartimos con la TCI el hecho de que la guerra en Ucrania es para el capital y la burguesía un primer paso hacia la guerra imperialista generalizada, hacia una Tercera Guerra Mundial, y que es urgente desarrollar las luchas proletarias para frenar y oponerse a esta marcha hacia el holocausto. [2] Los primeros oradores se inscribieron, de forma más o menos explícita, en esta perspectiva, retomando claramente la alternativa revolución o guerra, que ya se presenta hoy de forma dramática y concreta. Entre ellos, camaradas que se presentaban como simpatizantes de la Izquierda Comunista argumentaron claramente que “la crisis y la guerra se alimentan mutuamente” y que “la dinámica hacia la polarización imperialista está en marcha, aunque no sea, ni pueda ser, lineal.” Esta situación sólo puede empujar a la clase obrera a responder, a “pronunciarse” y a actuar. Sobre todo porque la guerra en Ucrania está llamada a durar.

Algunos de los intervinientes, que no eran “CCIistas”, preguntaron a la TCI sobre la situación y su valoración de los comités No War But Class War [NWBCW [3]], algunos de los cuales se habían disuelto o habían desaparecido. La TCI les indicó también que otros comités se mantenían y estaban actuando, y que no se trataba de esperar un éxito inmediato y generalizado para juzgar la validez política de su llamamiento a crearlos. “Se trata de preparar y proporcionar herramientas para todo el periodo que se abre.” Uno de ellos nos preguntó a nosotros y a la TCI por la iniciativa NWBCW: ¿No equivalía esto a excluir otras iniciativas como la lanzada por la CCI? Respondimos que, por nuestra parte, habríamos estado dispuestos a discutir y firmar el llamamiento internacionalista de la CCI, aunque fuera “insuficiente”, ya que esta organización rechaza toda posibilidad de guerra imperialista generalizada e incluso niega toda dinámica de polarización imperialista; y todo ello sabiendo que uno de los objetivos del llamamiento de la CCI era excluir a los llamados parásitos – y por tanto al GIIC – de su iniciativa. Pero el llamamiento a la formación de comités NWBCW nos parecía, y nos sigue pareciendo, responder más concretamente a la situación actual.

Fue entonces cuando la CCI comenzó su acción para sabotear la reunión [4]. Lejos de defender su posición sobre la ausencia de dinámica y el peligro de una guerra imperialista generalizada [5] y posibilitar así el debate de las dos posiciones antagónicas sobre la situación histórica, se enzarzó en una sucesión de intervenciones, una tras otra, para impedir la confrontación política sobre la cuestión de la guerra. Tras tergiversar sistemática y groseramente las posiciones de la TCI, en particular sobre los sindicatos, terminó denunciando al miembro de B&P y al de nuestro grupo (Olivier y Juan) a los que había expulsado en 2002 como “agentes provocadores, policías, gángsters, nazis...”, etc.

Denunciamos esta política, que sólo puede desorientar y disgustar a los nuevos y jóvenes participantes, a menudo sin experiencia y descubriendo a la Izquierda Comunista. En lugar de encontrar un campo internacionalista unido y debatiendo sus diferencias de análisis y de posición, se encuentran en un ambiente sectario en medio de una avalancha de denuncias ad hominem y de críticas mendaces que sólo pueden disgustarles y alejarles de la Izquierda Comunista. Pero, ¿no es ése el verdadero objetivo de la CCI actual?