Revolución o Guerra n°4

(Septiembre 2015)

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Sobre las "predicciones" y la cuestión del curso histórico

Publicamos a continuación un correo de un ex-miembro de la CCI, el compañero MG, quien nos envió comentarios críticos sobre el último número de nuestra revista. En particular, vuelve sobre nuestro artículo Un nuevo periodo se abre... [1] y participa así al debate interno que abrimos a los lectores con la publicación de Commentaires ]] o Critical Comments [2] [no pudimos traducirlos al español] de un miembro de nuestro grupo. Pero antes de examinar este debate, unos entre nuestros lectores y simpatizantes no dejarán de interrogarse : ¿ Porqué desarrollar discusiones para saber si la situación es más o menos favorable al proletariado ? ¿ No se trata aquí de un bizantinismo inútil ? ¿ No basta con que los revolucionarios y todos los deseosos de participar a la lucha de clase contra el capital apoyen, sostengan y participen a todas las luchas que se presentan “defendiendo los principios y posiciones revolucionarias” ? De hecho, esta cuestión atraviesa de manera más o menos abierta, o afirmada, el conjunto de los grupos revolucionarios y comunistas : ¿ Cabe avanzar “hipótesis” sobre la evolución de las luchas obreras y más ampliamente sobre el curso histórico de la lucha de clases ? Y si es así ¿ hasta que punto a riesgo de caer en predicciones aventuradas y equivocarse ? Encuentra su expresión la más alta en el debate que opone desde siempre la CCI “histórica” [3] y la TCI (ex-BIPR) sobre la cuestión del “curso histórico” [4].

Todo obrero revolucionario o simplemente combativo y militante que ha sido confrontado a cualquier lucha obrera, más o menos amplia, sobre su puesto de trabajo, su barrio o ciudad, ha sido llevado con sus compañeros de lucha a plantearse la pregunta siguiente : ¿ Tiende nuestra lucha a desarrollarse y a ganar en fuerza y vitalidad contra la dirección, el patrón, la empresa... o tiende a perder fuerza, energía y eficacia y a replegarse ? La respuesta que se da determina la actitud y las orientaciones concretas e inmediatas de combate tratando de adaptarlas a la evolución de la situación a medida que pasan los días (a veces las horas), es decir a la dinámica de la relación de fuerzas en presencia. ¿ Porqué lo que es una evidencia y una necesidad para cualquier obrero combativo y militante, y aún más para cualquier militante revolucionario activo en su lugar de trabajo o su barrio, no sería aún más obvio para los grupos revolucionarios organizados precisamente para intervenir en las luchas de su clase ? ¿ Y aún más, para los grupos comunistas cuya principal y específica tarea es justamente no solamente defender posiciones de clase de principio pero también y, de una cierta manera sobretodo, orientaciones políticas y eslóganes que responden a las necesidades de cada momento – histórico e inmediato, internacional y local – de la lucha entre las clases ?

« Los socialdemócratas [los grupos comunistas de hoy en día] constituyen la vanguardia más esclarecida y consciente del proletariado. No pueden ni atreverse a esperar de manera fatalista, con los brazos cruzados, el advenimiento de la “situación revolucionaria”, aquello que, en toda movilización popular espontánea, cae de las nubes. Por el contrario; a hora, al igual que siempre, deben acelerar [adelantarse al curso de las cosas” en la versión francesa] el desarrollo de los acontecimientos. Esto no puede hacerse, empero, levantando repentinamente la “consigna” de huelga de masas al azar y en cualquier momento sino, ante todo, propagandizando ante las capas más amplias del proletariado el advenimiento inevitable del periodo revolucionario, los factores sociales internos que lo provocan y las consecuencias políticas del mismo. Si se gana a los sectores más extensos del proletariado para una movilización política masiva de la socialdemocracia; si, a la inversa, los socialdemócratas asumen y conservan la verdadera dirección de la movilización de masas; si se convierten, en un sentido político, en dirigentes de todo el movimiento, deben, con toda claridad, consecuencia y firmeza, informar al proletariad o alemán de sus tácticas y objetivos para la próxima etapa de lucha. » (Rosa Luxemburg, Huelga de masa, subrayado por el autor).

Es por eso que atribuimos tanta importancia a clarificar y comprender si acontecimientos como el 11 de septiembre 2001 (los atentados de Nueva York) o del 7 de enero 2015 (los de París), para mencionar nada más estos, representan o no un cambio, incluso una ruptura, de la dinámica histórica anterior y si anuncian o no nuevos retos históricos. Es por eso que conviene intentar entender cual es la marcha general de los acontecimientos, su curso, y más particularmente la dinámica de las luchas obreras. Este es el debate que continuamos aquí publicámente a partir del correo del camarada MG.

GIIC, julio 2015.

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Notas:

[3. Nos referimos aquí a la corriente histórica que sobrepasa ampliamente la organización formal decrépita de hoy en día.

[4. « En ningún caso puede ser cuestión para una organización revolucionaria de jugar al Nostradamus y a establecer su política sobre predicciones abstractas. Pero es precisamente este error que hace la CCI con su concepto de “curso histórico”» Marxism or Idealism, our Differences with the ICC, [marxismo o idealismo, nuestras divergencías con la CCI, traducido del inglés por nosotros (www.leftcom.org).