(Enero 2023) |
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Comentarios sobre las posiciones de base del GIIC
Publicamos a continuación una toma de posición de un camarada que está "descubriendo" la Izquierda Comunista. Se posiciona sobre nuestras "posiciones de base". Recordemos que estas posiciones, además de ser un "resumen" de nuestra plataforma y que presentan sin argumentación alguna el conjunto de nuestros principios y posiciones de clase, definen el marco de principios – y por tanto de adhesión de cualquier miembro – del GIIC. El camarada cita nuestras posiciones una por una y las sigue con sus comentarios. Por nuestra parte, respondemos en una breve carta, a continuación de los comentarios, sobre la cuestión principal que plantea el camarada: “Soy escéptico sobre el papel del partido en relación con el curso de la revolución y después, porque temo la posibilidad de la degeneración interna del partido en algo contrarrevolucionario para el proletariado.” Para el resto de preguntas concretas o malentendidos que expresa el camarada, le respondemos sucintamente en negrita y entre paréntesis. El hecho de que el camarada, que así lo reconoce él mismo, descubra la Izquierda Comunista y parezca desconocer algunas de sus posiciones tradicionales no quita nada, al contrario, al interés de sus observaciones y a la necesidad de responder a ellas de la manera más precisa posible; para él como para tantos otros...
Comentarios sobre las posiciones de base del GIIC
Estos comentarios sobre las posiciones básicas del Grupo Internacional de la Izquierda Comunista (GIIC) servirán para subrayar la importancia de estas posiciones para la tarea histórica mundial de la clase obrera (el proletariado), su liberación de la esclavitud del modo de producción e intercambio capitalista y la realización del comunismo. También servirán para presentar mi opinión sobre estas posiciones, con el fin de dar a los lectores una indicación de mis posiciones y perspectivas políticas para la Izquierda Comunista. Me gustaría dejar claro, sin embargo, que el alcance de mi lectura teórica y mi comprensión seria de los escritos de Marx y otros teóricos desde un punto de vista crítico es insuficiente. No estoy tan bien informado como me gustaría sobre teoría, pero eso no significa que no entienda la necesidad de la teoría, o cómo el capitalismo afecta a mi vida (...) y a las vidas de los demás. Es posible que una vez que haya adquirido una comprensión madura y crítica de la teoría en sí, estos comentarios no reflejen las posturas que tendré en el futuro, así que quizás esto pueda verse como una referencia temporal de mis ideas. Pero estoy divagando. Para empezar, las posiciones básicas del GIIC se describen en veinte puntos. Abordaré cada postura punto por punto y, tras exponer cada punto, lo comentaré con cualquier información y comentario que considere pertinente incluir.
La constitución de un partido político mundial del proletariado es la clave para la realización del comunismo, porque exige un internacionalismo proletario en el sentido verdaderamente internacionalista, sin dejar lugar al nacionalismo, por muy "revolucionario", "progresista" o "marxista" que sea. Sólo mediante la creación de un partido que comprenda y represente los intereses del proletariado internacional podremos derrocar al capitalismo y hacer realidad el comunismo, que arroja al basurero de la historia a las naciones, los Estados, las clases y, sobre todo, al capital.
- 1) “El GIIC considera y define todas sus actividades, tanto internas como externas, en función y como momentos de la lucha por la construcción del partido político mundial del proletariado, herramienta indispensable para el derrocamiento del capitalismo y la instauración de una sociedad comunista.”
La constitución de un partido político mundial del proletariado es la clave para la realización del comunismo, porque exige un internacionalismo proletario en el sentido verdaderamente internacionalista, sin dejar lugar al nacionalismo, por muy "revolucionario", "progresista" o "marxista" que sea. Sólo mediante la creación de un partido que comprenda y represente los intereses del proletariado internacional podremos derrocar al capitalismo y hacer realidad el comunismo, que arroja al basurero de la historia a las naciones, los Estados, las clases y, sobre todo, al capital.
- 2) “Además de la intervención en las luchas del proletariado, el GIIC dirige esta lucha especialmente en el campo proletario internacional. Este campo está compuesto por grupos políticos revolucionarios que defienden y comparten las posiciones de clase del proletariado, en particular el internacionalismo proletario y la necesidad de la dictadura de clase del proletariado .”
No se puede construir un movimiento proletario sin proletarios. La clase obrera mundial, los que tienen que trabajar para sobrevivir, los que están constreñidos por el capitalismo y sus funciones, que son a la vez la clase explotada y revolucionaria que es la única que puede liberarse a sí misma, al planeta y a la humanidad de los grilletes del capitalismo, debe encontrar la manera de organizarse globalmente con este mismo propósito. El comunismo, como dice Marx en La ideología alemana, es “...el movimiento real que suprime el actual estado de cosas.” No puede ser algo "probado" o "establecido", y menos en un solo país. Así como el capitalismo es mundial, el comunismo debe ser mundial y, por lo tanto, la máxima expresión de los intereses del proletariado dictados por y para sí mismo – la dictadura del proletariado – debe garantizar que no se deje piedra sin remover hasta que todos los trabajadores de todos los países sean liberados de la pesadilla capitalista.
- 3) “El GIIC reivindica la Primera, la Segunda y la Tercera Internacional y la lucha de las fracciones de izquierda en su seno. En particular, reivindica la responsabilidad de la lucha de la fracción de izquierda del PC de Italia en el seno de la Internacional Comunista contra su degeneración estalinista y las aportaciones programáticas que ha sabido desarrollar y legarnos hasta hoy.”
Este punto parece dar a los lectores una visión histórica de la génesis de la Izquierda Comunista como tendencia, sin embargo, debo decir que no estoy suficientemente familiarizado con los detalles específicos de los orígenes históricos de esta tendencia. Parece que cuando los comunistas de izquierda discuten sobre la III Internacional, no están seguros de cuándo la III Internacional fue "bolchevizada" o "estalinizada" o la palabra que se quiera utilizar. La TCI afirma en su plataforma más reciente que los dos primeros congresos de la internacional fueron válidos, pero el GIIC afirma que las "fracciones de izquierda" de la Tercera Internacional después de su segundo congreso también son válidas, (al menos así lo leo yo, pero podría equivocarme, por supuesto). Para mí, se trata actualmente de una cuestión semántica y de detalles triviales que no importarían tanto si se tratara simplemente de un documento de "posiciones de báse".
[El conjunto de la Izquierda Comunista, especialmente la que se reivindica de la Izquierda Comunista de Italia, tiene la misma posición sobre los dos primeros congresos de la Internacional. Y toda la llamada Izquierda llamada de Italia se reivindica de la lucha del PC de Italia, y luego de su fracción de izquierda, en el seno de la Internacional Comunista contra las debilidades oportunistas que se expresaron ya en el Segundo congreso, y luego contra las concesiones del mismo tipo a partir del Tercer congreso, y finalmente de la lucha de la fracción contra el proceso de degeneración oportunista que se expresó en el ascenso del estalinismo en los diversos partidos nacionales y en la propia Internacional. Por lo tanto, no hay divergencia en este punto entre la TCI y nosotros.]
- 4) “Sólo el proletariado, clase explotada y revolucionaria a la vez, es capaz de destruir el capitalismo e instaurar el comunismo, la sociedad sin clases. La conciencia de esta revolución, la conciencia comunista, es producida por la lucha histórica del proletariado. Para que se materialice, defienda y desarrolle, el proletariado produce minorías comunistas que se organizan en partido y cuya función permanente es llevar esta conciencia comunista y devolverla a todo el proletariado.”
Las revoluciones burguesas europeas de los siglos XVIII y XIX, que se desarrollaron bajo los ideales liberales promulgados durante la ’Ilustración’, son revoluciones que pretendían eliminar el yugo de las relaciones feudales en la producción, pero no necesariamente sus instituciones en algunos casos. Gran Bretaña, España y Japón tienen monarquías, por ejemplo – una institución feudal – y, sin embargo, el modo de producción predominante en estos países es capitalista. Las revoluciones burguesas del pasado han visto cómo la burguesía revolucionaria abolía las relaciones feudales de producción a medida que surgía su incipiente acumulación de capital. Sus incentivos para garantizar la liberalización de los mercados y las reformas para su crecimiento continuado, le permitieron organizarse políticamente para garantizar que se satisfacían sus intereses y las exigencias de la producción de capital. Así, a medida que la burguesía crece, las relaciones de la vieja sociedad se eliminan para formar nuevas relaciones. Uno puede preguntarse: "¿Pero qué tiene que ver esto con el proletariado?" Pues bien, la singularidad es que en la transición histórica del feudalismo al capitalismo, la clase revolucionaria no siempre fue una clase explotada, pero en la transición del capitalismo al comunismo, la clase revolucionaria – el proletariado – también es la clase explotada. Su explotación es lo que le da su carácter revolucionario, y los proletarios que se dan cuenta de sus condiciones y de lo que tienen que hacer para realizar sus intereses últimos (la sociedad comunista) deben proponerse organizar a su clase contra la burguesía cuyo interés es mantener el capitalismo. Sin embargo, debo decir que tengo dudas sobre el papel del partido en el curso de la revolución y después, porque temo la posibilidad de la degeneración interna del partido en algo que se convierta en contrarrevolucionario para el proletariado. Tal vez se deba a mi falta de formación en la materia.
[Véanse nuestros comentarios a continuación de este texto]
- 5) “Como máxima expresión de esta conciencia, el partido – o, en su defecto, las fracciones o grupos comunistas – constituye y debe asumir la dirección política del proletariado. En particular, el partido es el único órgano que puede conducir al proletariado a la insurrección y a la destrucción del Estado capitalista, y al ejercicio de la dictadura del proletariado.”
En lo que respecta al partido, tengo que admitir que la forma de partido es uno de los medios más poderosos de que dispone la clase obrera para realizar sus reivindicaciones y movilizar a la clase. No puedo decir que desee idealmente un partido burocrático centralizado y dominante para dirigir al proletariado. Por supuesto, todos los comunistas tiran eso por la ventana. Lo que temo es que el proletariado pierda el control político y, por tanto, el control sobre sí mismo, y sea dirigido por el Estado obrero y un partido degenerado que controle no sólo un país, sino el mundo entero. No subestimo la importancia del partido, es más bien que quizás no estoy educado en cuanto a la función del partido en la revolución, y la diferencia de función con un partido "comunista" o "socialista" hoy en día.
Espero que esto no se vea como un rechazo al partido, sino más bien como mi falta de comprensión y distanciamiento de las concepciones marxista-leninistas de ’partido’, ya que durante algún tiempo simpaticé con el marxismo-leninismo pero no fui formalmente marxista-leninista, ni siquiera miembro del partido.
- 6) “El partido se organiza y funciona sobre la base de los principios que rigen la lucha revolucionaria del proletariado, el internacionalismo proletario y el centralismo como momentos de su unidad y lucha internacional. Desde el principio, el partido se constituye, funciona e interviene como un partido internacional y centralizado. Desde su principio, el GIIC se constituye, funciona e interviene como un grupo internacional y centralizado.”
Los trabajadores del mundo no tienen naciones. A pesar de lo que los trabajadores individuales puedan entender como sus intereses individuales, esto puede no ser en interés de su clase en su conjunto, y si los trabajadores deben ser dirigidos por el partido de los trabajadores y para los trabajadores, el partido debe estar comprometido con la realización del interés real de la clase obrera: la sociedad comunista mundial. Para ello sería necesario recurrir al centralismo. Sin embargo, la pregunta importante es: ¿qué tipo de centralismo? Muchas organizaciones de la izquierda del capital, incluidas las organizaciones marxista-leninistas y los partidos políticos, también estarían de acuerdo en el uso del centralismo, pero el hecho es que la plataforma del partido internacional del proletariado es fundamentalmente diferente de la de los partidos burgueses "comunistas" y "socialistas" de la izquierda del capital. Desde mi punto de vista, esto depende del tipo de centralismo que practique el partido. Onorato Damen, en su panfleto Partido centralizado, ¡sí! Centralización en el partido, ¡no! sostiene que, si bien un partido centralizado es necesario, que el partido se imponga como único órgano de control del proletariado iría en detrimento de éste y, por tanto, de la revolución en su conjunto. Damen argumenta que un centralismo sobre el partido simplemente degeneraría en estalinismo, y advierte contra las “desastrosas consecuencias que se producen en un partido supuestamente revolucionario cuando su órgano central, como organismo, opera fuera de los límites y el control de los miembros de la organización.” Menciono a Damen sólo porque estoy de acuerdo con él. El partido debe organizarse de forma centralizada, sin embargo, debe centralizarse de tal manera que no expulse a sus miembros de la dirección, y sobre todo no sólo a los miembros, sino a toda la clase obrera en sí.
[El camarada precisa que la “la plataforma del partido internacional del proletariado es fundamentalmente diferente de la de los partidos burgueses” de la izquierda del capital, incluyendo así a los partidos "marxista-leninistas". En este sentido, el camarada comete un error político de método al comparar la centralización, con carácter de clase burguesa, incluso en su forma caricaturesca y abyecta de estalinismo, reivindicada por estos partidos con la de las organizaciones comunistas y del partido de clase que es una centralización con carácter de clase proletaria. Este error de método abre la puerta al rechazo del centralismo proletario, definido por la propia experiencia de la lucha de clases proletaria que debe centralizarse, para el partido. En este sentido, no entendemos bien el final de su comentario sobre este punto]
- 7) “El partido, al igual que el GIIC, basa su programa, sus principios, sus posiciones políticas y su acción en la teoría del materialismo histórico. Al explicar el curso de la historia a través del desarrollo de la lucha de clases y al reconocer al proletariado como clase revolucionaria, es la única visión del mundo que se sitúa desde su punto de vista. Es la teoría del proletariado revolucionario.”
En toda la historia de la existencia humana en su forma moderna, unos 200.000 años, el capitalismo ha formado parte de la historia durante unos 300 años. Si tenemos en cuenta que este período de tiempo es infinitesimalmente pequeño en comparación con la existencia de la humanidad, y que es sólo uno de los muchos modos de producción bajo los que han vivido los seres humanos (esclavitud, feudalismo, comunismo primitivo, etc.), está claro que la historia de la humanidad es la historia de los seres humanos divididos en clases económicas que luchan entre sí por sus propios intereses materiales. Toda la historia de la humanidad se basa en la lucha de clases.
- 8) “Sólo después de la insurrección victoriosa y de la desaparición del Estado burgués, el proletariado podrá organizarse como clase dominante bajo la dirección política de su partido. Su dominación de clase, la dictadura del proletariado, se ejerce por medio de los consejos obreros, o soviets. Estos sólo pueden mantenerse como organización unitaria del proletariado a condición de que se conviertan en órganos de la insurrección y órganos de la dictadura de clase, es decir, haciendo suyas las consignas del partido.”
Al abrazar las consignas de la dictadura del partido, los consejos obreros mantienen una línea entre el partido y la clase, garantizando que los consejos sean una herramienta para la realización de una fase superior del comunismo, en lugar de degenerar en recipientes de la reacción. Pero como resultado, puedo considerar la posibilidad de que un partido degenerado dirija los consejos de control obrero de forma contraria a los intereses reales de los trabajadores. Tal degeneración debe estar sujeta a algún tipo de control para que no se manifieste como un órgano contrarrevolucionario de control burocrático.
[Véanse nuestros comentarios a continuación de este texto]
- 9) “La dictadura del proletariado consiste en utilizar el poder de clase de sus organizaciones de masas, los consejos o soviets, para abolir el poder económico de la burguesía y asegurar la transición a una sociedad comunista sin clases. El Estado del período de transición, de la dictadura de clase, entre el capitalismo y el comunismo está destinado a desaparecer con la desaparición de las clases, del propio proletariado y su partido, y el advenimiento de la sociedad comunista.”
De esta afirmación se extrae un dato importante: la dictadura del proletariado es sólo una transición del capitalismo al comunismo (al menos así lo leo yo.) También dice que esta transición significaría también la desaparición final del proletariado y de sus instituciones de clase. Este es un punto que rara vez se plantea en los llamados círculos "comunistas", y por eso lo encuentro tan refrescante. No niega la necesidad de la lucha de clases, pero subraya el hecho muy obvio de que debemos tratar de abolir las clases en su conjunto durante esta fase de transición. Hay lucha de clases, pero también hay abolición de clases, y debe ser obvio para todo comunista que las dos van de la mano, una no puede existir sin la otra.
- 10) “Desde la Primera Guerra Mundial en 1914, la guerra imperialista generalizada y el capitalismo de Estado han sido las principales expresiones de la fase histórica de decadencia del capitalismo.”
La decadencia del capitalismo será su caída a través de los peligros de la guerra imperialista, creo que este punto no necesita mayor desarrollo.
- 11) “Frente al desarrollo incesante del capitalismo de Estado, el proletariado sólo puede oponer la búsqueda de su unidad en todas sus luchas, incluso las más limitadas o localizadas, haciéndose cargo de su extensión y generalización. Toda lucha obrera, incluso la más limitada, se enfrenta al aparato estatal en su conjunto al que el proletariado sólo puede oponer la perspectiva y el arma de la huelga de masas.”
La idea de encontrar la unidad en las luchas de la clase obrera "...haciéndose cargo de su extensión y generalización” es uno de los principios más importantes del internacionalismo y del comunismo, y es una lástima que tantos "socialistas" prefieran conformarse con reformas de luchas marginales como si esto fuera un paso significativo hacia algo mejor. Recordando a la clase obrera que sus múltiples luchas no son más que una expresión del único problema general del capitalismo. Escuchando las quejas de los trabajadores y dándose cuenta de que la causa fundamental de sus problemas cada vez mayores se debe al crecimiento del capitalismo, y movilizándolos para atacarlo a través de la huelga de masas, se unen las numerosas luchas localizadas por la emancipación de los trabajadores en la lucha generalizada contra el capital, y por una sociedad libre y comunista.
[No es “una lástima que tantos "socialistas" prefieran conformarse con reformas...” Está en la naturaleza clasista burguesa de las fuerzas de izquierda del capital, aquí los partidos socialdemócratas de hoy, y su función al servicio del Estado capitalista de oponerse a la lucha revolucionaria y de clase del proletariado. Aquí, de nuevo, es crucial comprender políticamente, es decir, en la práctica de la lucha de clases, cómo los partidos de la izquierda del capital, los llamados partidos socialistas o marxista-leninistas, como órganos y fuerzas políticas del Estado burgués tienen precisamente una función antiproletaria y contrarrevolucionaria.]
- 12) “En la época del capitalismo de Estado dominante, los sindicatos en su conjunto, tanto la dirección como las secciones de base, son órganos de pleno derecho del Estado burgués en medio obrero. Su objetivo es mantener el orden capitalista en sus filas, enmarcar a la clase obrera e impedir, contrarrestar y sabotear cualquier lucha proletaria, especialmente cualquier extensión, generalización y centralización de las luchas proletarias. Cualquier defensa de los sindicatos y del sindicalismo es contrarrevolucionaria.”
De hecho, parece que los sindicatos, lejos de ser una herramienta para los intereses del proletariado, se han convertido en meras expresiones del Estado. Los sindicatos no defienden los intereses de la clase obrera y no pueden responder a la demanda real de los trabajadores. Por tanto, no pueden utilizarse como herramientas para la revolución.
- 13) “En la época del capitalismo de Estado dominante, todas las fracciones de la burguesía son igualmente reaccionarias. Todos los llamados partidos obreros, ’socialistas’, ’comunistas’, organizaciones de izquierda (trotskistas, maoístas, anarquistas), o los que se presentan como anticapitalistas, constituyen la izquierda del aparato político del capital. Todas las tácticas de frente popular, frentes antifascistas o frentes unidos que mezclan los intereses del proletariado con los de una fracción de la burguesía, sólo sirven para contener y desviar la lucha del proletariado. Toda política frentista con los partidos de izquierda de la burguesía es contrarrevolucionaria.”
En la realidad actual, en las condiciones materiales a las que se enfrenta la clase obrera, es desastroso para los comunistas hacer el menor signo de alianza con la izquierda del capital, es decir, con las ideologías de la burguesía, que participan en las elecciones burguesas y defienden los intereses de la burguesía. Permitir que la clase obrera se concentre en luchas que sólo beneficiarían al capital y a la clase burguesa es colaborar con una clase que nos ve como peones. No aceptamos la unidad con marxistas-leninistas, trotskistas, maoístas, anarquistas, socialistas democráticos o cualquier otra organización supuestamente "anticapitalista". Los intereses de los trabajadores sólo se harán realidad cuando hayan desarrollado sus propios órganos de poder, no afiliándose a algún partido que envíe a sus delegados a las cámaras estatales, ni comprando un estúpido periódico. Recuerde que el Partido Comunista de Gran Bretaña tenía un miembro en la Cámara de los Lords. No se puede tener un Señor siendo comunista.
- 14) “En la época del capitalismo de Estado dominante, el parlamento y las campañas electorales, y la democracia burguesa en general, ya no pueden ser utilizados por el proletariado para su afirmación como clase y para el desarrollo de sus luchas. Cualquier llamado a participar en los procesos electorales y a votar sólo refuerza la mistificación que presenta estas elecciones como una opción real para los explotados y, como tal, es contrarrevolucionario.”
Según mi respuesta anterior, los objetivos electorales son objetivos de la burguesía. A la clase obrera no le interesan unas elecciones que no sirvan a sus intereses reales. Los llamados partidos socialistas y comunistas en los parlamentos no pueden cumplir las promesas de una sociedad sin clases ni dinero que exige el comunismo, por muy sinceras que sean sus promesas
- 15) “El comunismo requiere la abolición consciente por parte del proletariado de las relaciones sociales capitalistas: la producción de mercancías, el trabajo asalariado y la clase. La transformación comunista de la sociedad mediante la dictadura del proletariado no significa ni autogestión ni nacionalización de la economía. Cualquier defensa de uno u otro es contrarrevolucionaria.”
Es tarea de la clase obrera sustituir con su vida las formaciones sociales en las que el capitalismo la ha colocado. En este proceso, debe alejarse de cualquier idea de autogestión de los trabajadores, ya que esto no suprime el concepto de empresa de capital. Conseguir que los trabajadores gestionen su propio sufrimiento en lugar de que lo haga la burguesía equivale, en mi opinión, a autoexplotarse. El infierno del capitalismo es la empresa. Tanto si la empresa está gestionada por una cooperativa como por el Estado, debe ser suprimida.
- 16) “Los países llamados "socialistas" o incluso "comunistas", la antigua URSS y sus satélites de Europa del Este, China, Cuba, Vietnam, o incluso la Venezuela de Chávez, sólo han sido formas particularmente brutales de la tendencia universal hacia el capitalismo de Estado. Cualquier apoyo, incluso crítico, al llamado carácter socialista o progresista de estos países es contrarrevolucionario.”
El experimento del socialismo en un país es un experimento fallido. Debo decir que, aunque estoy de acuerdo con esta afirmación, debo admitir que estos países ’socialistas’ nos proporcionan valiosas lecciones a los comunistas. Con esto quiero decir que uno puede fijarse en sus defectos y sus éxitos, aunque sean marginales, y deducir de estas observaciones la verdad. La verdad es que, para que surja el socialismo, debe ser a nivel internacional y a través de los órganos de control proletario (los consejos, el partido) y que estos órganos deben trabajar para librar a la sociedad de las relaciones sociales capitalistas en favor de una asociación libre e igualitaria de productores. Los países "socialistas", pasados y presentes, han hecho poco más que nacionalizar empresas y generar capital en manos de un monopolio estatal. El capital debe ser abolido, junto con la empresa y el Estado burgués.
[“El experimento del socialismo en un país [no] es un experimento fallido.” El socialismo en un solo país no es, no puede haber sido, un experimento del proletariado, sino la manifestación de la victoria del oportunismo en la Internacional Comunista y en el partido ruso, de su traición a los principios de clase, en particular al internacionalismo proletario. A fin de cuentas, se trata de un experimento exitoso de la contrarrevolución capitalista internacional y en la propia Rusia.]
- 17) “En un mundo totalmente conquistado por el capitalismo y en el que el imperialismo se impone a todos los Estados, toda lucha de liberación nacional, lejos de constituir cualquier tipo de movimiento progresista, es de hecho un momento de la confrontación constante entre imperialismos rivales. Cualquier defensa de la ideología nacionalista, del ’derecho de los pueblos a la autodeterminación’, de cualquier lucha de liberación nacional es hoy contrarrevolucionaria.”
Esto plantea una cuestión importante sobre el cambio de las condiciones materiales. La afirmación es que la “defensa de la ideología nacionalista... de cualquier lucha de liberación nacional es hoy contrarrevolucionaria.” Esta afirmación implica que las luchas de liberación nacional fueron en su momento un paso válido en la dirección correcta, según parece. Sin embargo, en las condiciones actuales, el nacionalismo es un callejón sin salida para la clase obrera mundial y debe ser ignorado como herramienta para la emancipación proletaria.
- 18) “Por su propio contenido, las luchas parciales, anti-racistas, feministas, ecologistas y otros aspectos de la vida cotidiana, lejos de reforzar la unidad y la autonomía de la clase obrera, tienden por el contrario a dividirla y diluirla en la confusión de categorías particulares (raza, género, juventud, etc.). Todas las ideologías y movimientos que defiendan el identitarismo, el anti-racismo, etc., en nombre de la interseccionalidad de las luchas, son ideologías y movimientos contrarrevolucionarios.”
Tengo muchas dudas sobre este punto y me cuesta entenderlo. Comprendo cómo las luchas parciales por esto o aquello pueden ser cooptadas y despojadas de su verdadero potencial, quedando así reducidas a algo débil. Creo que esto podría abrir la puerta a una retórica reaccionaria contra el ’parcialismo’ que impediría a los miembros de la clase obrera que son, por ejemplo, personas de color, LGBTQIA+, etc., poder lograr su propia liberación como parte del movimiento más amplio para abolir el capitalismo y lograr la liberación de toda la clase obrera en sí. Al igual que la lucha antifascista no puede librarse mediante un frente unido entre liberales y no comunistas (porque no ataca el problema en su raíz: el capitalismo), las luchas antirracistas, antimisóginas, antihomófobas y antitransfóbicas no pueden llevarse a cabo en el terreno de las organizaciones burguesas y de la izquierda del capital, ya que esto impediría realmente a los que luchan por su liberación hacerlo con determinación. Los comunistas deben abrir resueltamente vías para que quienes se enfrentan a estos prejuicios luchen contra ellos, en nombre de la lucha mayor contra el capitalismo. La liberación de las personas de color, LGBTQIA+, etc. no puede lograrse fuera de la lucha proletaria.
[En primer lugar, el camarada no parece compartir, o al menos haber comprendido, cómo la lucha llamada ’antifascista’ es contraria a la lucha de clase del proletariado, clase explotada y revolucionaria al mismo tiempo, cualesquiera que sean los actores políticos, aunque sean de clase y revolucionarios y aunque excluyan a las fuerzas políticas burguesas. En segundo lugar, está claro que la posición histórica de la Izquierda Comunista internacional sobre las ’luchas parciales’ es a menudo la que las generaciones más jóvenes de revolucionarios, particularmente en Norteamérica, encuentran más difícil de entender y aceptar. Las ideologías de izquierda, especialmente las ligadas a la teoría izquierdista-burguesa de la interseccionalidad y del identitarismo, son un obstáculo en el camino de la reapropiación del programa comunista por las nuevas fuerzas militantes y un factor de división en el seno de las propias luchas proletarias. No podemos extendernos aquí como deberíamos. Remitimos al camarada y a los lectores a nuestro artículo Interseccionalidad, una producción ideológica del pensamiento dominante [1] publicado en Revolución o Guerra nº 17. Nada más dos palabras:
- - según el camarada, junto a la emancipación de los trabajadores y la desaparición de las clases, y por tanto la liberación de todo el género humano de la explotación capitalista y el advenimiento de la sociedad comunista, podrían existir liberaciones particulares, específicas, a alcanzar, supuestamente ’junto a’ la lucha revolucionaria del proletariado. Resulta de esto que esta última es sólo una lucha entre otras. De hecho, en el plano político, esta posición se opone al combate por la unidad del proletariado en la lucha. Los sindicatos, americanos en particular, lo han entendido hasta el punto de imponer reivindicaciones particulares para tal o cual categoría de trabajadores, negros, homosexuales, mujeres, y excluir a las demás ’categorías’ de proletarios [2], mientras que los comunistas deben tratar de imponer reivindicaciones lo más unitarias posibles, es decir, más allá de las corporaciones y de las particularidades, en las que todos los proletarios puedan reconocerse y que puedan hacer suyas;
- - más ampliamente, para la Izquierda Comunista y los revolucionarios, “la emancipación de los trabajadores (...) implica la emancipación universal del hombre [y] la abolición de la propiedad privada es, por tanto, la emancipación total de todos los sentidos y cualidades humanas” (Marx, Manuscritos de 1844, traducción nuestra). De ello se desprende que la superación de todas las opresiones y discriminaciones particulares ligadas al género, al color de la piel, a los orígenes nacionales o religiosos sólo puede ser asumida por la lucha revolucionaria del proletariado. Del mismo modo, sólo en el marco de su lucha cotidiana se pueden combatir y hacer retroceder, si no eliminar totalmente, estas opresiones y discriminaciones particulares, reales e inevitablemente producidas por la sociedad dividida en clases y el capital, hasta que desaparezcan la sociedad de clases y la división del trabajo.]
- 19) “Como expresión de las capas sociales sin futuro histórico y de la descomposición de la pequeña burguesía, cuando no es directamente la emanación de la guerra que los Estados libran permanentemente entre sí, el terrorismo constituye siempre un terreno privilegiado para las manipulaciones y provocaciones de la burguesía. Abogando por la acción secreta de pequeñas minorías, se opone completamente a la violencia de clase, que es la acción de masas consciente y organizada del proletariado.”
El terror es sólo un componente de la liquidación de la lucha, especialmente en lugares donde el Estado burgués avanzado hace del terrorismo un callejón sin salida para el movimiento real. Me pregunto una cosa sobre la lucha de clases. Si no me equivoco, ¿los militantes de la Izquierda Comunista se abstienen de la lucha armada? Soy un ignorante y un desinformado sobre la militancia en la Izquierda Comunista y lo que conlleva, y no quiero confundirla con terrorismo.
[La Izquierda Comunista internacional rechaza toda acción terrorista. Para nosotros, el uso de la violencia de clase sólo puede ser obra del proletariado en su conjunto, es decir, violencia de masas. Referirse al proletariado en su conjunto no significa la suma de cada trabajador, sino que la violencia forma parte de un movimiento general que expresa los intereses de la clase en un momento dado]
- 20) “El GIIC lucha, desde hoy, para que el futuro partido se constituya sobre la base programática de los principios y posiciones anteriores. La constitución formal del partido es necesaria en cuanto la intervención, las orientaciones y las consignas de los grupos o fracciones comunistas se convierten en elementos materiales permanentes de la situación inmediata y en factores directos de la relación de fuerza entre las clases. Entonces, la lucha por la constitución formal del partido se hace necesaria y urgente.”
- La formación del partido mundial del proletariado puede ser la única solución de la clase obrera a la destructividad del capitalismo. El GIIC no pretende ser el núcleo único del futuro, ni el futuro partido en sí, pero sus objetivos y medidas deben aparecer como una fuerza material en el movimiento real si queremos avanzar hacia el comunismo. La lucha del GIIC hoy es la lucha del proletariado mundial, ahora y en el futuro. ¡Que los trabajadores de todos los países se unan por la sociedad comunista!
Respuesta breve a los "temores" sobre el riesgo de degeneración del partido
Querido compañero,
En tu comentario sobre el punto 1, afirmas que “la constitución de un partido político mundial del proletariado es la clave para la realización del comunismo” y que “sólo mediante la creación de un partido que comprenda y represente los intereses del proletariado internacional podremos derrocar al capitalismo y hacer realidad el comunismo.” Luego te preocupas por la posibilidad de “un partido degenerado” y el riesgo de “un partido burocrático centralizado y dominante para dirigir al proletariado.” En primer lugar, tal como se presenta aquí, la expresión de tus temores está en contradicción con tu clara afirmación del partido como “clave para la realización del comunismo.” Prácticamente, es decir políticamente, plantear en sí mismo el peligro de degeneración del partido no sirve para mucho más que para expresar una reserva muy fuerte sobre la necesidad y el papel histórico del partido, donde por el contrario debería afirmarse alto y claro. Evidentemente, no se trata de negar que el partido pueda sufrir fracasos y un proceso oportunista de degeneración. El método marxista, es decir, el materialismo histórico, aborda – y resuelve – la cuestión de la degeneración del partido a partir de la propia experiencia histórica: la creciente influencia del oportunismo en los partidos socialdemócratas antes de 1914 y en la Internacional Comunista a partir de su 3° Congreso, por decirlo de manera sencilla; el enfrentamiento político, entonces de principio, en su seno entre las corrientes oportunistas y las fracciones de izquierda; la victoria de las primeras y el fracaso de las segundas como expresiones y factores tanto de la derrota del proletariado en 1914 como del retroceso de la oleada revolucionaria internacional de 1917-1923. ¿Cómo explicar – y resolver teórica y políticamente – la cuestión del oportunismo que venció a la Internacional Comunista y al partido bolchevique? ¿Y, tan importante o más, la cuestión de la lucha que las fracciones de izquierda debían librar en su seno? La razón fundamental de la burocratización del partido bolchevique no se encuentra en Moscú o Petrogrado, y menos aún en los supuestos objetivos personales de los malvados Lenin y Trotsky, o incluso de Stalin, sino en Berlín, Budapest, Munich… a saber, en el fracaso de la extensión internacional de la revolución y el aislamiento de la Rusia revolucionaria asolada por tres años de guerra imperialista y otros tres de guerra civil, esencialmente dirigida y protagonizada por los imperialismos de entonces. La cuestión de la degeneración de la Internacional y del Partido Bolchevique sólo puede tratarse, y se puede extraer las máximas enseñanzas, dentro de este marco histórico.
Es también en este marco donde debemos plantear la otra cuestión, más fundamental, la misma que planteas cuando temes “que el proletariado pierda el control político (...) y que sea dirigido por (...) un partido degenerado”, la de la relación entre el proletariado y su partido. En Rusia, uno de los factores y productos del oportunismo en el seno del partido – y en particular de su identificación, de hecho absorción, con el Estado – fue precisamente el creciente debilitamiento de la participación e intervención de las grandes masas proletarias en los consejos obreros, órganos de insurrección y dictadura de clase, y frente al llamado Estado proletario. Con ello, no sólo se debilitaban los soviets, sino el propio partido. Una vez más, este fenómeno no puede explicarse por los malvados aprendices de dictador Lenin y Trotsky, ni por el infame aventurero Stalin, sino por el reflujo de la revolución en Europa Occidental, luego su fracaso definitivo, el aislamiento resultante de la revolución en Rusia y las dramáticas condiciones reinantes allí tras más de seis años de destrucción masiva y sangrienta.
Estas, querido camarada, son las pocas palabras de respuesta que queríamos darte.
Esperando a tus comentarios, saludos internacionalistas, el GIIC
Notas:
[2] . cf. l’article du GCCF dans RG#17, Leçons de la lutte des enseignants aux États-Unis :le racialisme de gauche comme arme du sabotage syndical (http://igcl.org/Lecons-de-la-lutte-des-enseignants).