Revolución o Guerra n°5

(Febrero 2016)

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Éxodo masivo sobre todos los continentes :Son nuestros hermanos de clase que el capitalismo asesina (5/9/2015)

Los media de comunicación, a sueldo de la burguesía, nos acosan de manera hipócrita de mensajes, fotos y de deseos piadosos sobre la crisis de los refugiados en Europa. No pueden callar los miles de hombres, mujeres y niños, proletarios miserables, que huyen de la guerra y que atraviesan Europa del Sur en las peores condiciones. No pueden callar la muerte de Aylan con su hermano y su madre, este pequeño niño de 3 años, su cuerpo sin vida tumbado en una playa turca, porque quería vivir tranquilamente, con su familia, lejos de la miseria y de la guerra que impone el capitalismo. Olvidan muy fácilmente los refugiados en otra parte del mundo, por ejemplo los palestinos y los haitianos. Estos millones de refugiados huyen la miseria causada por el incremento de la crisis del capitalismo (México y América central) y sobre todo huyen las guerras causadas en el mundo por las grandes potencias capitalistas : Libia, Siria, Somalía, Eritrea, Chad, Malí, Nigeria, Irak, Afganistán, Yemen y otros. Estas grandes potencias como la Alemania de Merkel se sirven de los migrantes para mostrarse más acogedores. En realidad, Alemania como las demás potencias imperialistas necesita a pesar de todo de una mano de obra más competitiva en su rivalidad con las demás grandes potencias. En ultimo extremo, Merkel (y su colegas) sería dispuesta a aceptar al padre pero no Aylan y su familia. Lo demostraron con la muerte de este pequeño de 3 años y de sus familiares.

Utilizan también esta miseria de millones de seres humanos para intentar mejorar la imagen de las democracias burguesas mientras estas son los principales responsables de todos estos muertos (y no solamente los barqueros y coyotes) y están construyendo más y más muros (USA-México, Hungría-Serbia, Palestina-Israel, España-Marruecos) y campos de internamientos (Francia, Hungría, USA, Grecia, Italia). El retorno de estos refugiados a su país de origen es imposible tanto más cuanto las guerras van a continuar. Para Obama y los “grandes” demócratas, para el Primer Ministro canadiense Harper por ejemplo, la solución para este éxodo masivo pasa por más bombardeos en Irak y Siria. No hay solución en el marco del capitalismo a este éxodo de millones de seres humanos. El capitalismo en crisis y decadencia no puede integrar en su sistema de explotación mundial que un número creciente de asalariados dispuestos a aceptar las peores condiciones. Este capitalismo y sobre todo sus “democracias” quieren proletarios particularmente sometidos a su crisis. La crisis económica del capitalismo y las guerras imperialistas no pueden sino agravarse aún más hacia una guerra mundial (si se les deja hacer) que provocará, entre otras cosas, un número incalculable de refugiados. Estamos al inicio de esta confrontación política e ideológica en la cual la clase capitalista, adaptando su ofensiva y sus mistificaciones a las situaciones nacionales, busca desviar la rabia creciente contra la miseria, la represión y las guerras que ocasionan la huida de millones de seres humanos ; o sea contra el capitalismo que pone adelante la defensa de la democracia y de la protección de las valores nacionales de las diferentes burguesías.

No es detrás la burguesía y su Estado que se salvará a las poblaciones huyendo la miseria y la guerra

Los proletarios de todos los países no deben dejarse impresionar, ni dejarse llevar, por la campañas humanitarias, supuestamente en solidaridad con los migrantes, y aún menos participar a las manifestaciones callejeras que los partidos de izquierda e izquierdistas organizan. Esto no resolverá en nada las situaciones de los migrantes y solamente servirá a reforzar la potencia “interna” de los Estados burgueses. Peor aún, esto solamente favorecerá aún más y acelerará los éxodos masivos y multiplicará los dramas. Por cierto, las imágenes y les testimonios de personas llevando agua, comida, asistencia y apoyo moral a los pobres refugiados, expresan sentimientos inmediatos de solidaridad y alivian, por cierto, unos de los desdichados que recorren las carreteras y los caminos. Tanto mejor para los raros que reciben estas expresiones de fraternidad y de ayuda material. Pero no solamente estas reacciones individuales son insignificantes dado el tamaño de la catástrofe, pero sobre todo son a menudo desviadas y utilizadas por los media de comunicación para la campaña supuestamente humanitaria que los principales Estados, o sea los principales Estados democráticos, Alemania a la cabeza, han decidido lanzar.

Solo la lucha obrera internacional puede aportar a la vez esperanza y respuesta inmediata

El proletariado mundial que mira el pequeño cadáver de Aylan debe aportar su respuesta a todo esto. A plazo, no puede ser sino la destrucción del capitalismo y el advenimiento del comunismo (solución proletaria, marxista y opuesta al estalinismo).

En lo inmediato, tampoco es impotente. Primero, debe desarrollar sus luchas en la fábricas, los barrios obreros, en las calles, contra la miseria generalizada y las guerras que afectan a todos los proletarios. Es solamente sobre este terreno, porque constituye el único terreno donde puede imponer una relación de fuerza forzando las burguesías naciones a limitar, incluso a retroceder de manera momentánea, sus ataques económicas contra el conjunto de la clase obrera, incluso los nuevos llegados. La clase obrera en lucha puede y debe ampliar e unificar sus reivindicaciones y su combate al conjunto de los proletarios, activos y desempleados, “nacionales” e inmigrados, legales o sin papeles, sedentarios o migrantes, refugiados, exiliados...

La muerte del pequeño Aylan es la muerte de uno de los suyos, uno de sus hijos. Los miles de ahogados o matados durante los pasajes de fronteras, los 70 gaseados en un camión en Austria de la semana pasada, son el precio macabro e horrible que el proletariado internacional paga, una vez más, en su carne para que sobreviva el capitalismo.

Tomando sus responsabilidades históricas, el proletariado no solamente disminuirá su miseria en las grandes potencias capitalistas pero además impedirá de manera definitiva nuevos Aylan. Así, marchará hacia su solución definitiva.

Una sola solidaridad con los migrantes : ¡ la lucha obrera internacional contra el capital ! ¡ Todos juntos ! Cualquiera sea la nacionalidad, el origen, la situación legal o ilegal, exiliados, refugiados, empleados estables o fijos, precarios, desempleados, sin papeles, hombres, mujeres...

Una sola solución contra esta sociedad barbara : la transformación comunista de la sociedad que necesitará la abolición consciente por la clase obrera de las relaciones sociales capitalistas, o sea el trabajo asalariado, la producción de mercancías con miras a ganancia y las fronteras nacionales. Esto exigirá la creación de una comunidad mundial cuya actividad sera dirigida hacia la plena satisfacción de las necesidades humanas.


Grupo Internacional de la Izquierda Comunista, 5 de Septiembre 2015

PS. Este texto ha sido traducido a partir de su versión original francesa. No pudo ser verificada y corregida por un compañero de idioma español. Entonces, puede presentar errores y provocar una lectura pesada. En caso de errores o confusión políticas, remitimos el lector a su versión francesa.

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