Revolución o guerra n°13

(Semestral - Octubre 2019)

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¡ Luchar para "salvar el planeta" requiere la destrucción del Estado capitalista y el ejercicio de la dictadura del proletariado !

Hoy nadie duda, especialmente ante el calentamiento global, que el capitalismo está "destruyendo el planeta" y amenazando la supervivencia misma de la especie humana. Incluso los más fervientes seguidores, ideólogos y propagandistas del llamado capitalismo "liberal", como el Financial Times y The Economist, que en los últimos días han llamado a « refundar el capitalismo haciendo que la ganancia tenga un propósito distinto de sí mismo » y « a cambiar profundamente la economía » [1]. Y hasta el punto de lanzar una campaña mediática y política global que fomente y promueva más de 5.000 manifestaciones contra el calentamiento global en todo el mundo. La realidad de la oposición entre el capitalismo y la naturaleza es obvia para todos - excepto para unos Trump y Bolsonaro que pueden así servir como idiotas útiles, como contrapunteos, para dar más crédito a la actual movilización ecológica. Todas las corrientes ideológicas burguesas, desde los liberales, keynesianos, anti-liberales de izquierda, hasta los más radicales anticapitalistas - ex estalinistas, trotskistas e izquierdistas - están llamando a una movilización general. ¡ Algunas empresas capitalistas incluso invitan a sus empleados a la "huelga" para que puedan ir a la manifestación !

Que el capitalismo « convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre [y] lo hace ajeno de sí mismo » [2] ya estaba establecido, observado, explicado, criticado y denunciado desde los primeros pasos teóricos y programáticos del movimiento obrero revolucionario, a través de su teoría, el marxismo. Nada nuevo en sí mismo, por lo tanto, para los proletarios conscientes y los comunistas. Pero según los medios de comunicación capitalistas y la mayoría de los aparatos estatales, hay una urgencia absoluta porque mañana será demasiado tarde debido a consecuencias irreversibles. Según el último informe del GIEC [3], « al ritmo actual de emisiones, el calentamiento global alcanzará 1,5°C entre 2030 y 2052. Sin aumentar la ambición de los países signatarios de los Acuerdos de París y sin la aplicación inmediata de las medidas necesarias, se espera que el calentamiento global alcance los 3°C para el año 2100 »  [4].

¿ Desarrollo sostenible y decrecimiento ?

Para responder al calentamiento, habría esencialmente dos opciones : un desarrollo sostenible o, para los más radicales, el decrecimiento. La oposición entre los dos sólo es aparente porque permanecen en el mismo terreno. Ambos delimitan el ámbito de la acción política en el marco ideológico, político y estatal capitalista. Incluso los más radicales limitan la lucha en el marco del capitalismo, del pueblo y de los ciudadanos ignorando cualquier contradicción y división de clases dentro de ellos, de la democracia burguesa y de su estado cuando demandan « que el Gobierno 1) debe decir la verdad (¡ sic !) acerca de la emergencia climática y ecológica, debe revertir todas las políticas que no estén en sintonía con esa posición y debe esforzarse, junto con los medios de comunicación, por comunicarse con la ciudadanía; 2) que debe promulgar políticas vinculantes y de cumplimiento obligatorio para reducir las emisiones de carbono a cero neto para 2025 y al mismo tiempo reducir los niveles de consumo; 3) que se cree una Asamblea Nacional Ciudadana con el fin de supervisar los cambios, formando parte esta de una democracia adecuada para cumplir los objetivos » (Extinction Rebellion España [5]).

Desarrollo sostenible y decrecimiento - cualquiera sean sus formas y grados - no ponen en tela de juicio el factor del calentamiento global: el capitalismo ; es decir, la acumulación cada vez mayor y ampliada de capital, la búsqueda cada vez mayor de la ganancia y la mercantilización generalizada. Y las soluciones políticas que acompañan a ambos son inevitablemente falsas desde el punto de vista de la preservación del planeta; y verdaderos callejones sin salida y trampas ideológicas y políticas desde el punto de vista de la clase revolucionaria, el proletariado. Le va para la ideología ecologista como para la pacifista. El capitalismo es la guerra - otra tesis clásica del marxismo - y el pacifismo, sea cual sea la conciencia y la sinceridad de cada pacifista, es sólo un medio y un momento de preparación para la guerra imperialista. El capitalismo es también la inevitable destrucción del medio ambiente y el ecologismo, sea cual sea la conciencia y la sinceridad de cada ecologista (a menudo también pacifista por cierto), es sólo un medio y un momento de reclutamiento detrás y en defensa del Estado democrático en vista de la guerra imperialista generalizada.

¿ Por qué y cómo el comunismo es la única "solución" ?

Sólo el comunismo puede poner fin a las guerras y a la producción que devastan el planeta. Por supuesto, no estamos hablando del supuesto comunismo, de hecho una forma particular de capitalismo de Estado debido a condiciones históricas que también eran particulares, de la antigua URSS o de la China estalinista, que hizo del crecimiento de la producción industrial el criterio de la superioridad de su llamado socialismo sobre el capitalismo. Y cuyo objeto, en última instancia, sólo apuntaba a la guerra..... Nacionalización y estatización nunca han sido medidas socialistas o comunistas como Marx y Engels ya advertían en su tiempo [6].

« Si en el socialismo hay acumulación, se presentará como una acumulación de objetos materiales útiles para las necesidades humanas y éstos no tendrán que aparecer alternativamente como moneda, ni tendrán que someterse a la aplicación de un "monetómetro" para medirlos y compararlos según un "equivalente general". Por lo tanto, estos objetos dejarán de ser mercancías y sólo se definirán por su naturaleza cuantitativa física y cualitativa, que es expresada por los economistas, y también por Marx, a efectos de exposición, por el valor de uso.

Se puede establecer que los ritmos de la acumulación en el socialismo, medidas en cantidades materiales como toneladas de acero o kilowatts de energía, serán lentos y ligeramente superiores a la tasa de crecimiento de la población. Con respecto a las sociedades capitalistas maduras, la planificación racional del consumo en cantidad y calidad y la abolición de la enorme masa de consumo antisocial (desde los cigarrillos hasta los portaaviones) probablemente determinarán un largo período de declive de los índices de producción y, por lo tanto, si utilizamos términos antiguos, la desinversión y la disacumulación » [7] (A. Bordiga).

Salvar el planeta sólo puede lograrse si producimos para las necesidades humanas y no para la ganancia. Pero también, y de manera mucho más inmediata, si se logra eliminar la amenaza de una guerra imperialista generalizada a la que inevitablemente conduce el capitalismo de crisis. Por eso la lucha contra el Estado capitalista y su destrucción es la verdadera urgencia para la preservación del planeta. Sin embargo, esta lucha sólo puede ser librada por la clase social « rebajad[a] a la más miserable de todas las mercancías » [8], la mercancía fuerza de trabajo, el proletariado. Porque « de todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía no hay más que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado. [Y solo él puede derribar]
por la fuerza el régimen vigente de producción, [hacer] desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por tanto, su propia soberanía como tal clase » (Manifiesto Comunista) y así restaurar la unidad de la especie humana con la naturaleza, o sea « su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir » [9].

La actual campaña contra el calentamiento global - por muy real y peligrosa que sea - tiene como objetivo arrastrar a las poblaciones, especialmente a la generación más joven, detrás de los Estados capitalistas y la ideología democrática en nombre de los pueblos. Y para desviar su atención de la lucha de clases y del proletariado internacional. En un momento en que la clase capitalista está redoblando sus ataques contra los proletarios en todas partes debido al estancamiento económico y a las crecientes tensiones y guerras imperialistas. En un momento en que una confrontación masiva entre las clases se está convirtiendo en el reto central porque el destino de la humanidad dependerá de su resultado : hacia una sociedad sin explotación, sin clase, sin miseria, sin guerra, o hacia una guerra imperialista generalizada.

A los que realmente quieren luchar contra el capitalismo y sus dramáticas consecuencias de todo tipo : no es en las manifestaciones alentadas, promovidas e incluso organizadas por los Estados donde podrán hacer avanzar "la causa de salvar el planeta". Es uniéndose a las luchas proletarias, las luchas obreras, las huelgas, las manifestaciones, etc. y acercándose a las minorías proletarias y revolucionarias, y especialmente a las de la Izquierda Comunista. Porque sólo así podrán encontrar un compromiso militante y una coherencia teórica y política que les permita integrarse y participar activamente en la lucha por la verdadera salvaguarda del planeta y de la humanidad : la lucha histórica del proletariado revolucionario internacional por el comunismo.

El Grupo Internacional de la Izquierda Comunista (www.igcl.org), el 20 de septiembre 2019.

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Notas:

[1. Citados por la radio francesa estatal France Inter : https://www.franceinter.fr/emissions/l-edito-eco/l-edito-eco-20-septembre-2019.

[2. Por el trabajo asalariado que « al arrancar al hombre el objeto de su producción [lo priva] de la naturaleza », Manuscritos Económicos y filosóficos de 1844; K. Marx, https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/manuscritos/man1.htm#1-4).

[3. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (en inglés Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC).

[6. Ni siquiera Lenin, además - y contrariamente a lo que afirmaba el estalinismo, y también en parte el propio Trostky -, a pesar de las condiciones particularmente dramáticas en Rusia después del octubre de 1917 y las urgentes medidas capitalistas de Estado que hubo que tomar ante las destrucciones de la guerra, el aislamiento internacional, la parálisis del aparato productivo y la hambruna y la pobreza que se derivaron.... Pero esto es otra cuestión.

[7. A. Bordiga, Structure économique et sociale de la Russie d’aujourd’hui, Éditions de l’oubli, serie de artículos o informes escritos en los año 1950, traducidos por nosotros.

[8. Manuscritos Económicos y filosóficos de 1844, K. Marx.

[9. (idem).