Publicamos a continuación una contribución [1], originalmente destinada a nuestra discusión interna, sobre el libro en inglés publicado por la Tendencia Comunista Internacionalista, Gramsci Between Marxism and Idealism [Gramsci entre Marxismo e idealismo]. Este último reúne una serie de artículos del Partito Comunista Internazionalista-Battaglia Comunista, el grupo de la TCI en Italia, escritos por Onorato Damen y también disponibles en italiano en su sitio web. Expone y argumenta tanto la crítica clásica de la Izquierda Comunista al militante Gramsci, que fue consejista en 1919-1920 y luego actor principal de la toma de poder estalinista sobre el PC de Italia a partir de 1924, como la denuncia del Gramscismo como ideología burguesa.

Hoy en día, Gramsci se ha convertido en una referencia ideológica y política de múltiples corrientes políticas y del pensamiento burgués que buscan disfrazar y liquidar la teoría revolucionaria del proletariado y justificar las políticas anti-proletarias y contrarrevolucionarias de izquierda. « Los mitos sobre Gramsci son interminables (...). Los voluminosos escritos de Gramsci son ahora la base de estudios universitarios en todo el mundo. Desde la lingüística a la antropología, la política, la sociología y los “subaltern studies”, las ideas de Gramsci sobre la “hegemonía”, la “revolución pasiva”, el “príncipe moderno”, la “guerra de posiciones”, la “filosofía de la praxis”, florecen en la era de la pos-verdad, que niega la existencia de una realidad social objetiva y reduce la sociedad a un conjunto de individuos » (Prólogo del libro). En un momento en que la crisis económica está estallando y sólo puede exacerbar los antagonismos de clases, la promoción de ideologías radicales, pseudo-revolucionarias, de izquierda y izquierdistas es uno de los ejes de la ofensiva de clase que la burguesía está desarrollando, y desarrollará aún más, contra el proletariado internacional con el fin de desviarlo de cualquier reacción a la crisis o, si reaccione de todos modos, para sabotear sus luchas. ¿No es esto precisamente lo que nos enseñan las campañas antirracistas y identitarias en los EE.UU.? ¿Y qué mejor que la mistificación de la figura de Gramsci y la ideología gramsciana – su teorización de la hegemonía cultural, en particular como fundamento para las políticas identitarias y racialistas – para dar un poco de sabor a la clásica sopa socialdemócrata a aquellos izquierdistas que la encuentran demasiado poco picante?

Por lo tanto, es afortunado y muy oportuno que la TCI haya decidido sacar esta publicación – ¿podemos esperar más traducciones? ¿En francés? ¿En español? Invitamos a todos los que lean el inglés y el italiano a que lean atentamente esta obra de desmitificación de la persona de Gramsci y del Gramscismo para poder armarse eficazmente en el plano teórico-político contra las ideologías burguesas radicales de la izquierda que están renaciendo vigorosamente. Hasta el día de hoy y hasta donde sabemos, excepto en italiano, no había una posición completa, clara y argumentada sobre la persona de Gramsci por parte de la Izquierda Comunista Internacional que estuviera realmente disponible, excepto por los artículos en francés que aparecieron en Programme Communiste, a partir de su número 71 de 1976. Podemos incluso decir que las dos posiciones, tan serias y profundas la una como la otra, cada una de ellas anclada en los principios marxistas, deben servir de referencia teórica y política para toda la Izquierda Comunista y para cualquier militante o grupo que busque reagruparse en torno a ella, o incluso unirse a ella. Ambos demuestran con precisión y rigor el carácter extraño al materialismo histórico, en oposición al marxismo, del enfoque teórico y ’filosófico’ de orden idealista de Gramsci y el oportunismo de sus posiciones políticas.

Pues, ante la guerra imperialista de 1914, se posicionó a la derecha del Partido Socialista Italiano, que había permanecido pacifista, y así se encontró muy alejado de la posición revolucionaria de derrotismo revolucionario, hasta el punto de encontrarse prácticamente en la misma posición de « neutralidad activa y actuante » planteada por... Mussolini. Ante el estallido de las luchas obreras masivas en Italia en 1919-1920, la ocupación de fábricas y la aparición de consejos obreros, particularmente en Turín, tras la Revolución de Octubre en Rusia, Gramsci y su grupo Ordine Nuovo tomaron una posición de facto del lado del PSI, en nombre de un concejismo autogestionario que teorizaron, para desviar al proletariado de la confrontación con el Estado burgués y llevarlo así a la derrota. Finalmente, una vez designado burocráticamente a la dirección del partido por la Internacional Comunista al iniciar su curso de degeneración, se convirtió en el vehículo principal y el actor principal de la bolchevización zinovievista del partido y su posterior estalinización, excluyendo sin vacilar a la Izquierda mediante maniobras de aparato y otros golpes bajos que no tenían nada que envidiar a los estalinistas de los demás partidos comunistas.

A falta de traducción al francés o al español, esperamos que la siguiente reflexión (vea nota) permita a los lectores de estos idiomas tener elementos de crítica marxista al Gramscismo y una idea del trabajo teórico realizado por el PCint. Porque el lector lo habrá entendido: saludamos esta publicación, su contenido por supuesto, pero también su momento, y la hacemos nuestra. Sobre Gramsci, la Izquierda Comunista está unida y habla con una sola voz. Al hacerlo, la TCI asume su papel central dentro del campo proletario y en la lucha histórica por el partido. Nosotros, que no dudamos en plantearlo cuando no lo hace, al menos no suficientemente en nuestra opinión, tampoco dudamos en apoyarla cuando asume plenamente su lugar y su papel.