(Febrero 2017) |
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Los proletarios deben responder a Trump y a todos los Estados capitalistas
« Con Trump, se quitan las mascaras » [1]. Su lenguaje, brutal, vulgar, grosero, insultante, lejos del habitual lenguaje diplomático delicado, es un lenguaje de guerra ; de guerra comercial ; de guerra imperialista ; y de guerra de clase. « ¿ Sueña esto como una nueva era de los años 1920 y 1930 ? Sí, cien años más tarde » (The Guardian, 17/1/2017) [2]. En unas pocas semanas de presidencia, “el impensable e impredecible” Trump se ha vuelto un factor activo de aceleración de la situación histórica y de las contradicciones de fondo del capitalismo que han provocado su mera elección [3].
Con la elección de Trump, la burguesía americana [4] se encaja en una marcha a la guerra generalizada. Va a reactivar la carrera de armamentos nucleares, de gastos militares y de “infra-estructuras”… como en los años 1930. Desarrolla una diplomacia agresiva que designa a los verdaderos enemigos : China por cierto . Pero, aún más, y directamente apuntadas por primera vez, Alemania y la Unión Europea juntada detrás la primera. « Ustedes [los alemanes] pueden fabricar coches para Estados Unidos, pero deberán pagar 35% de gravamen para cada coche que entre en Estados Unidos » [5]. “Con Trump”, el rival imperialista es claramente apuntado : « Mira al Unión Europea. Básicamente, es un instrumento de Alemania ».
Con la elección de Trump, son todas las burguesías nacionales, todas las potencias imperialistas rivales, que se ven forzadas de encaminarse de manera “consciente” en la marcha hacia la guerra. « El Presidente americano se vuelve un peligro para el mundo. Es tiempo que Alemania y Europa preparen sus defensas económicas y políticas » (el periódico alemán Der Spiegel, 5 de febrero).
Con la elección de Trump, se precisan las condiciones en las cuales las confrontaciones históricas masivas entre las clases van a decidir de la resolución de la alternativa revolución o guerra. Sus discursos y sus insultas racistas, anti-inmigrante, anti-“latino”, anti-musulmán, sexistas son verdaderas provocaciones contra el proletariado. Los proletarios americanos corren peligro de sufrir una derrota sangrienta en las calles si se dejan arrastrar en manifestaciones anti-Trump o en “defensa de la democracia” detrás las fuerzas políticas de izquierda y el partido demócrata [6]. Lo mismo si debían ceder a los llamados a la unión nacional que siguen cada atentado desde Enero 2015 en París hasta el último cometido en una mosque en la ciudad de Quebec el 29 de Enero pasado. Para los proletarios, la única movilización que vale, incluso ante la marcha a la guerra, es la defensa de sus condiciones de vida y de trabajo contra la clase capitalista y su Estado. Una derrota masiva y sangrienta del proletariado norte-americano significaría un levantamiento del primer bloqueo a la vía de la guerra generalizada. Objetivamente, a escala internacional e histórica, no quedaría que el obstáculo proletario europeo. Porque, seamos claro, si la fracciones norte-americana y europea del proletariado internacional debían sufrir derrotas históricas, ninguna otra fracción del proletariado internacional estaría en condición de agitar la bandera del internacionalismo proletario a la altura necesaria para llevarlo a la insurrección obrera internacional y así rechazar el capitalismo y la guerra.
Con la elección de Trump, los revolucionarios y los obreros los más conscientes no pueden esquivar sus responsabilidades : mirar a la caja los retos de la situación ; reagruparse para clarificarlos colectivamente ; clamar y convencer que no hay ninguna escapatoria a la crisis y a la guerra del capital si este no sea destruido ; para poder intervenir y orientar políticamente los inevitables combates de clase.
Con la elección de Trump, con lo que su personaje significa y anuncia, luchar con determinación y claridad para reagrupar los revolucionarios, quiere decir para construir el partido político de clase, el partido comunista, se vuelve una urgencia.
Notas:
[1] . Editorial del Monde Diplomatique de Febrero 2017, Serge Halimi. http://www.monde-diplomatique.fr/2017/02/HALIMI/57131.
[3] . Devolvemos los lectores a nuestros comunicados sobre la elección de Trump y el atentado en este numero de la revista (http://igcl.org/La-victoria-de-Trump-eleccion-de y http://igcl.org/Communique-sur-l-attentat-de).
[4] . El que unas de sus anuncios entre los más provocativos puedan ser retirados bajo la presión del aparato de Estado americano y de unos sectores de la burguesía, que su lenguaje pueda adoptar un tono más diplomático, incluso que acaben por deshacerse de él de una manera u otra como lo habían hecho con Kennedy o Nixon, no cambiaría nada al que habrá hecho quitar las mascaras y que la situación no dará marcha atrás.
[5] . Entrevista de Trump al Times británico y al Bild Zeitung, el periódico alemán del 16 de Enero 2017.
[6] . Ya se puede ver las premisas en la capacidad de la burguesía mexicana al utilizar las provocaciones de Trump, la construcción del muro en la frontera, para desviar la rabia popular y obrera violenta después el aumento de los precios de la gasolina el 1o de Enero pasada con la organización de la manifestación callejera nacionalista y “anti-gringo” del 12 de Febrero.