Revolución o Guerra n°6

(Septiembre 2016)

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Reflexiones y balance sobre la lucha obrera en Francia de la primavera 2016

La lucha obrera contra la ley llamada “El Khomri” que cambia las condiciones legales del trabajo asalariado en Francia duró 4 meses, inicio de marzo hasta julio. Pese a esto, la ley pasó y el fracaso es patente aun cuando la ley no hace, por lo esencial, que codificar la agravación ya existente de las condiciones de trabajo para la mayor parte de los trabajadores de este país y, en primer lugar, de los más jóvenes. Así las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo no hacen sino alinearse, con un pequeño retraso, sobre el resto de Europa occidental donde el mismo tipo de reglamentaciones del trabajo fueron introducidas anteriormente. Pero más allá del ataque al nivel económico, es la violencia de la represión que ha caracterizado este movimiento. Y a pesar de que los sindicatos hayan mantenido el control – por cierto con dificultad a causa de la fuerte combatividad obrera – como lo manifiesta claramente el que la movilización haya quedadose prisionera de la agenda, del ritmo, del “timing”, impuesto por los jornadas de acción sindicales. Ya, por eso, las características – violencia de la burguesía y utilización del estado de emergencia contra la clase obrera ; impotencia obrera relativa y aparición en su seno de fracciones más combativas y determinadas frente a la violencia estatal y sus fuerzas políticas – de este episodio de enfrentamiento de clases en Francia expresan el nuevo grado de confrontación entre las clases a nivel internacional. El nivel alcanzado por las contradicciones capitalistas – crisis y guerra ejerciendo una presión acrecentada sobre el conjunto de las clases dominantes – obligan estas últimas a atacarse más y más de manera violenta y frontal a las condiciones de explotación de la fuerza de trabajo y a provocar al proletariado internacional.

Doce jornadas de acción organizadas por los sindicatos “ritmaron” esta movilización. Si hubo relativamente pocos huelguistas durante esas jornadas, una fracción minoritaria pero importante de la clase obrera, decenas de miles de trabajadores de todas las edades y estatutos, intentaron conseguir una alternativa a la táctica sindical de las jornadas de acción de saboteo de cualquier movilización masiva a través su participación a las manifestaciones callejeras, a menudo fuera del cortejo y de los eslóganes sindicales, y su oposición a la represión violenta, inédita en su forma y su contenido en mucho tiempo, y a las provocaciones crecientes de la policía. Podemos destacar cuatro fases o momentos en esta lucha.

Marzo

El anuncio de la ley en Febrero no provocó respuesta “espontanea” o lucha particular en un sector. Junto a una petición en linea (web) lanzada por militantes burgueses de izquierda que estaban preparando “Nuit debout” [Noche en pie], los sindicatos establecieron su tradicional táctica de jornadas de acción planificadas por adelantado y espaciadas en el tiempo que les permite prevenir cualquier dinámica de huelga masiva e unida en las empresas y fabricas bajo el pretexto que “se debe preparar la respuesta”. Desde la primera manifestación, el 9 de marzo, aparece obvio que muchísimos trabajadores son reticentes a seguir los sindicatos. El número de huelguistas es bastante débil aun cuando la participación en las manifestaciones callejeras es consecuente. En aquel momento, y durante todo el mes de marzo, el recuerdo del sabotaje sindical tradicional con jornadas de acción del cual la CGT – principal sindicato francés – se ha vuelto el especialista durante las manifestaciones masivas de 2003, 2007 y 2010 en particular, está en todas las memorias. Y, aun cuando puede haber otros motivos como las condiciones “modernas” de explotación (la dictadura de los “managers” en las empresas por ejemplo que vuelve más difícil e arriesgado de participar a las huelgas), las experiencias pasadas provocan una vacilación clara para entrar en la lucha abierta, ponerse en huelga, en los lugares de producción.

Ante esta vacilación obrera y el dispositivo burgués establecido – la división del trabajo entre gobierno y sindicatos –, no hay orientación o eslogan concretos que los revolucionarios puedan realmente avanzar y sus intervenciones solo pueden ser de orden general con un carácter más propagandístico que de agitación directa. Por nuestra parte, y después los atentados de Bruselas del 22 de marzo, publicamos un volante que difundimos en la movilización. Denunciamos la unión nacional una vez más machacada por la burguesía y llamamos los proletarios a luchar para la defensa de sus intereses de clase como única respuesta a los atentados y a la guerra [1]. Dada la realidad de nuestras fuerzas militantes, (un solo compañero capaz de intervenir en Francia), nuestra intervención solo puede ser limitada. Además de su participación a las manifestaciones callejeras, presencia en varias asambleas estudiantes, abiertas a todos, en las cuales notamos que la preocupación de la “huelga general ilimitada” es presente y compartida por todos junto con la desconfianza en los sindicatos. Al mismo tiempo, gran parte de estas asambleas – la de la Facultad parisina de Tolbiac en particular – está conformada por jóvenes “autónomos” y “black-bloc” que nada más desean pelearse con la policía. Y sobre todo que muestran abiertamente el rechazo a cualquier debate o reflexión política así como de cualquier grupo político, incluso revolucionario.

Abril

El mes de abril empieza el… 31 de marzo : después la manifestación de aquel día, la primera reunión de “Nuit debout” [Noche en pie] se celebra en la plaza de la República en París – después la difusión de nuestra revista y del volante durante más de cuatro horas en la manifestación (bajo une lluvia intensa), nuestro militante no puede ir para participar. Por cierto, he aquí una debilidad por nuestra parte ya que una intervención, antes que “Nuit debout” fuera definitivamente establecido y definido sobre bases políticas “democráticas y ciudadanas”, sobre una organización de tipo “indignados españoles” y sobre una orientación de apoyo a los sindicatos, hubiera podido – tal vez – despejar una minoría en su seno que fuese en ruptura con estas orientaciones. El volante que re-publicamos en esta revista provee otros elementos de crítica del movimiento “Nuit debout”. Durante aquel periodo, está al primer plano y los medios de comunicación nos presentan los sindicatos como siendo desbordados por “Nuit debout”. Las manifestaciones callejeras siguen siendo masivas y sobretodo determinadas a pesar de una represión creciente bajo el pretexto de los saqueadores “black-bloc”. Las huelgas son poco seguidas durante las jornadas de acción. Al mismo tiempo, unos “Nuit debout” se constituyen en otras ciudades del país – la mayor parte con poco éxito. A veces – que sepamos –, incluso bajo el apellido “Nuit debout”, se desarrollan unos embriones de coordinación o “AG interpro” (o sea Asambleas Generales ínter-sectores) como parece haber sido el caso en la región industrial y portuaria de Normandía (El Havre y Rouen). Sin embargo, ninguna dinámica de lucha obrera afectando a los lugares de producción aparece durante aquel mes de abril aun cuando la participación a las manifestaciones sigue muy importante [2]. Esto obliga los sindicatos a que planifiquen nuevas jornadas de acción.

Por nuestra parte, además de la presencias en unas asambleas de “Nuit debout” y a algunas acciones de “bloqueo de la economía” llevadas a cabo principalmente por asambleas estudiantes a menudo en relación con los sindicatos SUD [sindicado radical “izquierdista”], buscamos un punto de ruptura con la dinámica en curso que podría presentar una orientación determinada de lucha de clase tal como había podido expresarse en las “AG interpro” de 2010, en particular la de París por ejemplo. Es así que encontramos militantes obreros y políticos que habían animado aquella AG, luego la de la Estación del Este [Estación de ferrocarril de París], alrededor de un núcleo de ferrocarrileros. Entre los trabajadores que encontramos en este momento, hay también militantes políticos de Matière et Révolution (http://www.matierevolution.fr/), de Robin Goodfellow (https://defensedumarxisme.wordpress.com/) et du GARAP (www.http://garap.org). Todos estamos en búsqueda de “un punto de ruptura de clase” en la movilización que pudiese ofrecer una perspectiva de lucha y representar esta primera “ruptura de clase”. Que sepamos, solo entre los grupos revolucionarios [3], el grupo Robin Goodfellow publica una toma de posición, Point sur le mouvement social de mars-avril 2016 (17 avril 2016), que, entre otras cosas, denuncia ’Nuit debout’ y avanza la necesidad « de un partido revolucionario, comunista, capaz de unificar las acciones de los proletarios de diferentes países y desarrollar una estrategia y una táctica coherentes al plano internacional » [traducido por nosotros] y presenta lo que sería un programa de medidas revolucionarias concretas. Esta toma de posición tiene el mérito de responder a los cuestionamientos sobre el capitalismo y la necesidad de una “otra sociedad” oponiendo la alternativa revolucionaria comunista a la defendida en aquel momento por “Nuit debout” y los izquierdistas ambos apoyados por los medios de comunicación.

Mayo

Final de abril, a pesar de lo que aparece siendo un callejón sin salida del punto de vista de la lucha, la voluntad “consciente” de combate y de confrontación con el Estado, su gobierno, su policía, sus sindicatos, sigue prevaleciendo entre largas capas de la clase obrera. Se expresa sobre todo en las manifestaciones : en París, minorías más y más importantes – de 5 a 10 000 manifestantes – disputan a los sindicatos y a su servicio de orden la cabeza del desfile aunque se encuentran con los “saqueadores” black-bloc. En varias ocasiones, el servicio de orden de los sindicatos, vinculado con la policía, reprima los manifestantes. En esta primera parte del desfile, ningún sistema de sonido sindical cubre los eslóganes y canciones de los manifestantes. Solo le responden las explosiones crecientes de las granadas policiales. Todo esto le da un carácter militante y combativo a la manifestación que anima todos ellos que participan en ella a pesar de los numerosos heridos [4], algunos de manera grave, y los arrestos también numerosos. La manifestación del 1o de mayo revela abiertamente el nuevo grado de represión que el gobierno ha decidido imponer desde varias manifestaciones. Ante las provocaciones policíacas que cortan el desfile y aíslan de manera violenta 5000 manifestantes de la cabeza, el resto de la manifestación, de toda edad y condiciones, rechazan de retirarse a pesar de las golpizas, de los gases y de la amenaza de los flash-ball cuando el “cuerpo a cuerpo” crea pánico entre los mismos policías. Aunque rociada de gases lacrimógenos directamente a la cara y golpeada por las porras para las primeras filas, y de granadas para los demás, se “pega” contra los cordones de la policía anti-motín gritando “¡ no nos impedirán el manifestar !”, “¡ déjenos pasar !” y “¡ todos somos saqueadores !”. Al final de unos 45 minutos de confrontación y de eslóganes, rodeada, “nasada [5]”, a su turno, la policía está finalmente forzada a retirarse y la manifestación se “re-unifica”. La voluntad de oponerse a las intimidaciones y a la represión – a menudo en las mismas condiciones mencionadas arriba – no va a dejar de afirmarse en una minoría cada vez más importante de manifestantes. Al menos hasta la manifestación muy violenta del 14 de junio en París.

Después el 1° de mayo, los sindicatos llaman… a los diputados al momento de la apertura del debate parlamentario esperando así acabar de una vez con las movilizaciones en la calle. Sin embargo, no logran desalentar la voluntad de lucha y son forzados a llamar a nuevas manifestaciones aun más que su rechazo para llamar a la “huelga general” contribuye a desacreditarlos aún más. Sin duda, he aquí también una de las explicaciones del grado de la violencia policial. A partir de este momento, la ideología republicana, ciudadana y democrática de “Nuit debout” ha pasado de moda y este movimiento pasa de manera definitiva al secundo plano – los medios de comunicación casi ya no hablan de él salvo para subrayar los enfrentamientos de noche con la policía. Por otro lado, en mayo, huelgas empiezan a aparecer en algunos sectores, a menudo controlados por la CGT, como en las refinerías de petróleo y los puertos (Le Havre, Marsella), los camioneros y los aeropuertos ; y llamadas a la huelga ilimitada son lanzadas en la compañía nacional de ferrocarril (SNCF). Es precisamente este momento que escogimos para difundir el volante que se reproduce a continuación. Nos parece que se puede presentar en este preciso momento, y por un tiempo reducido, una oportunidad para que uno o varios focos de lucha en los lugares de producción pudiesen proporcionar una dinámica diferente rompiendo con la que los sindicatos han impuesto y dar una orientación de clase clara y nítida. Es por eso que llamamos a la lucha abierta e intentamos avanzar orientaciones concretas de combate.

Pero esta oportunidad se cierro bastante rápido. No hubo extensión de huelgas significativas y masivas, ni siquiera en los sectores los más combativos – la desconfianza hacia los sindicatos, muy extendida, y la vacilación perdurando en particular en sectores como el de los ferrocarrileros. En la ausencia de generalización de la huelga, con el relevo en particular de los medios de comunicación sobre la penuria de gasolina y las colas… de los automovilistas “quienes querían ir a trabajar”, los sindicatos no tuvieron mucha dificultad para enfocar sobre el “bloqueo de la economía” en los sectores del transporte y de la energía al detrimento de la búsqueda del “bloqueo político” por la entrada en huelga y en masa de otros sectores y su confrontación directa con el Estado capitalista.

Junio

A pesar de los atentados – el asesinato de un pareja de policías por un joven reclamándose del Estado islámico –, la utilización del estado de emergencia contra los huelguistas y los manifestantes, el chantaje al Euro de fútbol (mitad de Junio), la movilización prosigue y se centra por lo esencial en las manifestaciones callejeras durante las jornadas de acción. La del 14 de junio en París es tal vez la más violenta a causa de las provocaciones continuas de la policía – que va hasta bloquear el desfile en varios lugares a veces hasta una hora provocando así enfrentamientos constantes. Utilizando los incidentes y las violencias que su misma policía ha causado [6], el gobierno decide prohibir las manifestaciones, en un primer tiempo, luego de limitar su recorrido y su accesos por un bloqueo policial completo. Poco a poco, las últimas huelgas agotándose, el relevo tan esperado y tan necesario a partir de los lugares de producción no llegando, el Euro de fùtbol y las vacaciones de verano aproximándose, la movilización se acaba con la última manifestación del 5 de julio que está completamente rodeada por la policía lo que participa también de la relativa limitada participación y del sentimiento de impotencia después de 4 meses de lucha.

Por nuestra parte, y luego de la estupefacción general (e internacional) que sigue la victoria del Brexit (23 de junio) y que zanja la salida del Reino Unido británico de la Unión Europea, decidimos publicar un volante de toma de posición (¡ Después de la victoria de Brexit, las contradicciones del capitalismo estallan a todo nivel ! ¡ Sólo la revolución proletaria internacional le puede poner fin ! [7]) que vamos también a difundir en las últimas manifestaciones. La sorpresa del Brexit y su utilización contra la movilización todavía en curso por los medios de comunicación hacen de este acontecimiento un factor adicional de interrogación obrera sobre la “gravedad” de la situación general, después los atentados y la guerra en Medio-Oriente. Entonces nos parece necesario – de toda manera, el acontecimiento en sí merecía una toma de posición internacional – intervenir ante la movilización intentando animar la reflexión obrera sobre las contradicciones insuperables del capitalismo y la indispensable lucha revolucionaria del proletariado.

¿ Cuáles enseñanzas ?

El proletariado no está derrotado “históricamente”, ni completamente sometido a la ideología burguesa y a los intereses del capitalismo. La movilización en Francia expresa su combatividad. Igualmente, su (nueva) desconfianza hacia los sindicatos y los temas ideológicas burgueses estructurados en torno a la mistificación democrática – incluso bajo su variante “Nuit debout” que ha tenido poco éxito en los rangos obreros – revela que las experiencias de las luchas pasadas y la realidad del callejón sin salida histórico del capitalismo queda en las conciencias obreras. Más aún, la voluntad mostrada de enfrentamiento con el Estado y de resistencia a su represión masiva junto con los eslóganes oídos en las manifestaciones, en particular contra el capitalismo y su Estado, son el reflejo de un inicio de retorno de la perspectiva revolucionaria en las conciencias de una minoría significativa de obreros – sin que todavía sea la más clara del comunismo, ni mucho menos. « “La controversia generada por la ley sobre el trabajo deriva hacia una crisis ideológica y un rechazo del sistema en su conjunto” según una nota interna del Servicio Central de la Inteligencia Territorial fechada del 28 de abril » (
Le monde ou rien, Remarques sur l’agitation sociale en France au printemps 2016, Alèssi Dell’Umbria [8]). Junto a estas lecciones positivas, quedan importantes debilidades que pueden resultar fatales si no se las sobrepasan.

La primera es la que el proletariado experimenta para asumir políticamente la desconfianza que siente hacia las fuerzas políticas y sindicales del Estado capitalista. Quiere decir enfrentarlas de manera decidida en las luchas que dichas fuerzas sabotean sistemáticamente, al menos para disputarles el control y el “timing” de la lucha, incluso su iniciativa. En particular durante esta movilización, ha sido de manera demasiada limitada que esta voluntad política se expresó. Por lo esencial y en la ausencia de un foco de lucha o de huelga particular que hubiera podido servir de referencia y de polo para una movilización general activa, esta voluntad política solo apareció durante los reagrupamientos que disputaban la cabeza de las manifestaciones a los sindicatos y negaban ceder ante la intimidación y la violencia de la represión policial. Desgraciadamente, se limitó aún demasiado a la sola dimensión del enfrentamiento con la policía sin ir más allá por ejemplo intentando el utilizar – o “transformar” – estas jornadas de acción y manifestaciones sindicales para volverlas verdaderos momentos de reagrupamiento, de extensión e unificación de la lucha.

La secunda es la ausencia de reagrupamiento y de organización de las minorías las más combativas y conscientes en “comités de lucha” o “coordinación” (poco importa la etiqueta que se le da) para disputar a los sindicatos la dirección política y la organización del combate obrero. En esta movilización, hubieran podido organizarse para preparar e intervenir durante las jornadas de acción para transformarlas en momentos y medios de la generalización. Entre estas minorías, incluimos las minorías aún más reducidas y dispersadas que son los grupos revolucionarios y comunistas. Contrariamente a las movilizaciones masivas de los años 2003-2007-2010, ninguno reagrupamiento minoritario del tipo “Asamblea General Interpro” o de coordinación realmente apareció.

La tercera, más general, es el hecho que el proletariado no logra, todavía, a elevar su combate de clase al nivel de los ataques económicos y políticos que sufre y al nivel de los retos de la situación, hundimiento en la crisis económica y exacerbación de las rivalidades y guerras imperialistas. Por eso, resulta incapaz de presentar una perspectiva revolucionaria que pueda acabar con la miseria y las guerras, con el capitalismo, al conjunto de la sociedad. Sin embargo, la aparición y la extensión en las consciencias de una perspectiva revolucionaria es fundamental par que las luchas obreras logren sobrepasar sus limites actuales. De hecho, porque le permite comprender sus luchas como un momento del combate histórico de clase, la “esperanza” de otra sociedad proporciona la energía necesaria a cada combate particular para que sobrepase sus limites “economistas” e inmediatos ; y a los (las fracciones obreras las más combativas) que son sus portadores, les permite ponerse a la vanguardia de estas luchas. Y la perspectiva del comunismo, o sea de la insurrección obrera y de la dictadura del proletariado, para los (los grupos comunistas) que son convencidos y son sus portadores específicos, les permite avanzar orientaciones y consignas de acción las más eficaces según los momentos y retos de cada combate.

Esta lucha ha sido, por cierto, la primera escaramuza de importancia del periodo de confrontaciones masivas internacionales entre las clases que se ha abierto. Tan importante y significativa de este nuevo periodo, la movilización en Francia subraya la responsabilidad histórica del proletariado como clase revolucionaria. Es esta dimensión que debe asumir en todos lugares y en todo momento. Seamos claros, no se trata de llamar a la revolución en cada momento y en todas partes. Pero se trata de inscribir los métodos y los objetivos – organización-orientaciones y reivindicaciones, económicas o no – de cada lucha a partir de sus condiciones y posibilidades concretas con guía (o método) de acción la perspectiva revolucionaria y más específicamente la confrontación política con el Estado capitalista y su derrocamiento. La movilización obrera en Francia manifiesta el hecho que, en el periodo que se ha abierto, las minorías obreras las más combativas y conscientes, sea las fracciones las más avanzadas del proletariado o aún sus minorías revolucionarias y comunistas, ya son un elemento material de la situación, incluso… ¡ cuando brillan por su ausencia ! Sin ser la única causa de su ausencia, “Nuit debout” ha por cierto tomado el lugar de las AG interpro de las movilizaciones anteriores. No cabe duda que la intervención activa, constante y decidida de un o varios grupos revolucionarios, particularmente comunistas, en las manifestaciones y los reagrupamientos de todo tipo – sin mencionar la presencia y la intervención de militantes comunistas en los lugares de trabajo – no solamente hubiera permitido afirmar de manera más fuerte la alternativa de clase, los medios y objetivos prácticos del combate entre los trabajadores y de hacerlos “vivir”. Pero sobre todo, las orientaciones y consignas se hubieran vuelto factores materiales activos, factores del combate de clase, vale decir del desarrollo de la relación inmediata de fuerzas entre la clase capitalista y el proletariado en Francia.

He aquí porqué se va a plantear, ya se plantea, la indispensable cuestión del reagrupamiento de los grupos comunistas – no hablamos de una fusión en una sola organización que no tendría sentido hoy en día – y de una coordinación de la intervención en las luchas obreras de los que se ubican del lado “partidista” (quienes luchan por la constitución del partido comunista como órgano de “dirección política”) del campo proletario y quienes, por lo esencial, tienden de manera sistemática a defender las mismas orientaciones y las mismas consignas : volver las orientaciones prácticas de clase factores activos y directos, volverlas momentos, de los combates proletarios decisivos que están iniciándose.

El GIIC, Agosto 2016.

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Notas:

[2. La expectativa y la esperanza de una huelga “bloqueando la economía” – el fetichismo de la “huelga general” es muy fuerte en Francia – llevada por los izquierdistas y sindicalistas “radicales”, en particular de SUD pero también ahora en la CGT, vuelve en lo concreto a esperar de un sector, de los transportes o de la energía, una parálisis de la economía que forzaría la burguesía a ceder. Es así que en cada movilización masiva pero vacilante, los izquierdistas hacen centrar el peso del combate sobre una corporación como los ferrocarrileros manteniendo así la impotencia y la pasividad en las filas obreras.

[3. Teniendo, parece, fuerzas militantes tan reducidas como las nuestras, pero sin presencia en París, el PCint-Le Prolétaire intervino por volante desde el 7 de marzo, luego el 1o de mayo y por fin el 29 de mayo. Globalmente, su posición se halla del mismo lado que el nuestro en relación a las jornadas de acción, a Noche de pie, y en relación a las orientaciones generales de lucha. Entre el medio de “ex de la Izquierda comunista”, a menudo ex de la CCI, solo un texto (en francés e inglés) Qu’exprime ’nuit debout’ ? [¿ Qué expresa “Noche de pie” ?] (http://www.leftcommunism.org/spip.php?article437&lang=fr) presenta de manera positiva “Nuit debout” en el sitio web de Controversias… el 11 de junio solamente. Por su parte, la CCI interviene el 20 de marzo para… ¡ defender los supuestos avances del movimiento estudiantil anti-CPE de 2006 ! Luego el 20 de mayo, cuando huelgas aparecen por primera vez y que “Nuit debout” ya no es un reto central, sobre ¿ Cuál es la verdadera naturaleza de Noche en pie ? [en francés] ¡ para denunciar este movimiento como « el anti-indignados » y defender los supuestos avances del movimiento español de 2011 ! Ninguna orientación fue avanzada por esta organización a todo lo largo de esta movilización que duró 4 meses. De paso, notamos que no vimos ningún militante de la CCI en ninguna de las manifestaciones parisinas...

[4. No ha habido muertos a pesar del miedo y del pánico que se apoderaba de varias fuerzas de policía cuando se hallaban en medio de la multitud, rodeadas de todas partes, a menudo amenazando a quemarropa con sus flash-ball, si no utilizándoles como en la ciudad de Rennes donde hubo un herido grave, o bien también con tiros directos de granadas. A la vez, es un “miraglo” y en gran parte debido a la responsabilidad política de la gran masa de manifestantes. En más de una ocasión, hubieran podido dejarse arrastrar a represalias cuando la relación de fuerzas físicas, por el número y la proximidad – a veces decenas de policías estaban completamente rodeados por la masa –, era obviamente en su favor y la rabia fuerte. La solidaridad con los jóvenes “saqueadores” frente a la represión se expresó también a este nivel “político” cuando la masa de los manifestantes se permanecía en el lugar y asumía la violencia policial mientras “le respondía” en relación a los retos inmediatos de la lucha. Al contrario del pasado, está claro que el gobierno y la burguesía ya no buscan a prevenir a toda costa muertos o heridos graves durante las manifestaciones obreras al igual que tampoco vacila a condenar de prisión incondicional numerosos manifestantes arrestados en bases a testimonios claramente mentirosos de la policía.

[5. Para el lector “no francés”, “nasa” ha sido la nueva palabra para cualificar la nueva táctica de la policía que mira a cortar las manifestaciones y a aislar unas partes. Las partes del desfile completamente rodeadas estaban atrapadas en una trampa sin salida al contrario de las tácticas del pasado de la policía anti-motín que, siempre, dejaba una salida para evitar el pánico y cualquier reacción violenta y masiva de los manifestantes quienes podían volverse contra… la misma policía y provocar muchas víctimas. La nueva táctica viene confirmar que los tiempos cambian y que los retos políticos también : la burguesía provoca la clase obrera y intenta intimidarla con una represión frontal.

[6. Con la participación masiva de todos los medios de comunicación, para prohibir las manifestaciones, el gobierno tomo como pretexto la supuesta destrucción del hospital Necker en París – en realidad unas ventanas exteriores rotas por un solo individuo cuya cualidad, idiota, provocador o policía, es dudosa – que había organizado cuidadosamente con el bloqueo de la manifestación masiva en este preciso lugar durante una buena hora y mientras, desde su inicio y a lo largo de todo el recorrido, la policía no había dejado de agredir directamente y constantemente toda la primera parte de la manifestación.