Revolución o Guerra n°25

(Septiembre 2023)

InicioVersión para imprimir de este documento Versión imprimir

25º Congreso de la CCI: ¿“destrucción de la humanidad” o guerra imperialista generalizada? (Julio 2023)

Como se indica en la introducción del artículo El callejón sin salida político de la CCI, publicamos el documento de posición sobre su 25º Congreso tal y como fue redactado en julio de 2023. En el momento de su publicación sólo se ha introducido la nota 6. El hecho de que la CCI haya anunciado entretanto que dedica decenas de páginas a nuestro grupo no cambia nuestra orientación general hacia el campo proletario, ni hacia esta organización en particular.

La Corriente Comunista Internacional ha celebrado su 25º congreso, del que da cuenta en una presentación [1]. Lo acompaña con la publicación de varios informes sobre las tensiones imperialistas, la crisis económica y la lucha de clases, a los que añade una Actualización de sus tesis sobre la descomposición. Esta vez, no hay ningún nuevo cuestionamiento o rechazo oportunista de las posiciones clásicas de la CCI original y del marxismo, como lo fueron en su momento, la sustitución de la alternativa histórica de revolución o guerra por una tercera vía (15º Congreso, 2003), la desaparición de toda posibilidad de guerra imperialista generalizada (17º Congreso, 2007) o el rechazo de la noción de curso histórico (23º Congreso, 2019), por citar sólo las más significativas. Aparte del recordatorio formal, de rigor en todas las ocasiones, contra el peligro del parasitismo, no hay ninguna declaración particular sobre el campo proletario.

Del mismo modo, una vez más no se nos presenta ningún balance real de las actividades y de la realización de las perspectivas avanzadas en el congreso anterior. ¿Qué pasó con las orientaciones adoptadas en 2021? ¿Qué pasó con “la lucha contra el oportunismo en el seno de las organizaciones de la Izquierda Comunista, ligada a la lucha contra el parasitismo [y] de defensa de la organización contra los ataques del parasitismo y para romper el cordón sanitario que trata de erigir alrededor de la CCI”? [2] ¿Qué pasó con “la capacidad de análisis de la situación mundial e histórica (...) de los pilares de nuestras perspectivas inmediatas”? Evidentemente, el llamado cordón sanitario que el parasitismo, en realidad nuestro grupo según él, pretendía establecer, es decir, el aislamiento de la CCI, sigue vigente. Tanto es así que a menudo nos vemos obligados a luchar para convencer a aquellos, no sólo jóvenes militantes, que no quieren oír hablar de ella, de que sigue siendo una organización de la Izquierda comunista y que continúa defendiendo posiciones de clase a pesar de su deriva oportunista y sectaria. El GIIC-GIGC, “el más peligroso de los grupos parasitarios”, formado por “gánsteres y policías” según la CCI, ¡es muy a menudo el único que la defiende! Dulces placeres que nos procura la defensa de los principios proletarios en estas ocasiones...

¿Y su capacidad de análisis? Vimos que uno de los objetivos, si no el principal, de los congresos anteriores [3] era justificar internamente a toda costa la teoría de la descomposición, frente a las dudas y la falta de convicción de sus propios miembros sobre esta teoría, rechazada por todo el campo proletario. Una de las principales implicaciones políticas de la descomposición es la negación de cualquier perspectiva de guerra imperialista generalizada, de una Tercera Guerra Mundial, como única vía para el capital ante su crisis. Y esto se hace con el argumento principal de que el caos y el “sálvese quien pueda” provocados por la descomposición aniquilan cualquier posibilidad, o incluso tendencia, a formar bloques imperialistas. [4] Pero desde entonces, la guerra imperialista ha estallado en Ucrania. Ha provocado una mayor polarización imperialista que está a la vista de todos, y que la última cumbre de la OTAN en Vilnius confirmó aún más; y marca un primer paso significativo en el camino hacia la guerra imperialista generalizada. Estas presiones se manifiestan por el hecho de que la preparación directa e indirecta de la guerra, el rearme general y precipitado, la instauración de una economía de guerra, es el factor central de la situación, el que determina y dicta, tendencialmente, de ahora en adelante todas las políticas que cada burguesía nacional se ve obligada a poner en marcha, en particular contra su propio proletariado.

Para no perder toda credibilidad, la CCI de la descomposición se ve obligada, pues, a reconocer empíricamente la realidad de la guerra imperialista – después de haberla negado – como factor de la situación, mientras se aferra a la tesis, contra toda evidencia, de que no existe ninguna dinámica de polarización imperialista. Respondiendo a sus miembros que discrepan sobre esta cuestión [5], el 25° congreso afirma que « Las consecuencias del conflicto en Ucrania no conducen a una "racionalización" de las tensiones a través de un alineamiento ’bipolar’ de los imperialismos detrás de dos "padrinos" dominantes, sino por el contrario a la explosión de una multiplicidad de ambiciones imperialistas, que no se limitan a las de los grandes imperialismos (que se examinarán en la próxima sección), ni a las de Europa del Este y Asia Central, acentuando así el carácter caótico e irracional de los enfrentamientos. » (op.cit.)

Lo que el informe – ¡del propio Congreso! – sobre las tensiones imperialistas contradice. « Si la guerra [en Ucrania] fue realmente iniciada por Rusia, es consecuencia de la estrategia de Estados Unidos de cercarla y asfixiarla. De este modo, Estados Unidos ha conseguido intensificar su política agresiva, que tiene un objetivo mucho más ambicioso que el de simplemente poner freno a las ambiciones de Rusia.” Y esta sección concluye con el hecho de que Estados Unidos “ha apretado las tuercas dentro de la OTAN obligando a los países europeos a alinearse con la Alianza, en particular a Francia y Alemania. »(traducción nuestra del francés)

Entonces, ¿existe o no una tendencia a la polarización imperialista? ¿Es la política imperialista estadounidense irracional y fuera de control? ¿O se trata de una política bien pensada que se ha puesto efectivamente en práctica, demostrando la fuerza y la unidad del aparato estatal y de la clase capitalista estadounidense? El problema con el llamado método dialéctico tan reivindicado por la CCI es que sigue atrapado en la oposición metafísica de los contrarios. Todavía no ha comprendido, no quiere comprender, a riesgo de destruir uno de los pilares de la teoría de la descomposición [6], que la defensa por cada capital nacional de sus propios intereses, la actitud del sálvese quien pueda, no es más que un momento de la polarización imperialista. Cualquier jefe de banda sabe que si quiere defender sus propios intereses debe buscar una alianza, a ser posible con un padrino más fuerte. Del mismo modo que los padrinos más fuertes buscan, a menudo por fuerza, ligarse bandas más débiles.

Esta denegación de la guerra imperialista generalizada como uno de los polos de la alternativa histórica, y por tanto como factor de la situación y de su desarrollo concreto, tiene por consecuencia… la tendencia, reivindicada, a subestimar y negar la lucha de clases como fuerza motriz de la historia. « la dinámica general de la sociedad capitalista (...) ya no está determinada por la relación de fuerzas entre las clases. Cualquiera que sea esa relación, la guerra mundial ya no está al orden del día, pero el capitalismo continuará hundiéndose en la decadencia [descomposición utilizan las versiones francesa e italiana. » [7]

De este modo, la CCI actual es incapaz de comprender los terrenos y los retos inmediatos de los ataques que cada burguesía nacional ha comenzado a realizar y realizará cada vez más contra cada proletariado. Y esto en relación con el camino que cada una de ellas debe tomar, económica, política, ideológicamente, etc., para prepararse para la guerra. El resultado – y no podemos extendernos aquí – son consideraciones y orientaciones abstractas y generales, en última instancia de carácter economista, que reducen la lucha proletaria al retorno de la “identidad de clase” como requisito previo para la lucha. Pero sobre todo, y aún más grave, al negar la evolución de la relación de fuerzas entre las clases, y por tanto la lucha de clases, como factor central del desarrollo de la sociedad capitalista, la CCI la sustituye por la lucha contra la descomposición. Es decir, contra la idea de descomposición. Ejemplos:« La eficacia actual del control sindical se basa en las debilidades resultantes de la descomposición (…). Una de las armas más eficaces de la clase dominante es su capacidad para volver contra él [el proletariado] los efectos de la descomposición (…). el proletariado de la primera potencia mundial, a pesar de los numerosos obstáculos generados por la descomposición de la que Estados Unidos [la versión española no acaba la frase que sigue así en las demás versiones] se han convertido en el epicentro.» [8] En resumen, los obstáculos a la lucha proletaria no son las fuerzas políticas muy reales del aparato estatal burgués, sino los efectos de la descomposición.

En 2003, en su 15º Congreso, la CCI, definitivamente ganada por el oportunismo, había liquidado su posición sobre la alternativa histórica revolución o guerra en favor de una tercera vía, tesis oportunista clásica. [9] Desde entonces, y sin duda ante las – y nuestras – críticas, ha tenido que abandonar toda referencia a esta tercera vía, que olía demasiado abiertamente a oportunismo y revisionismo. Pero esto no significa que haya dejado de caer en estos últimos. Es cierto que ha restablecido una alternativa histórica que puede parecer inofensiva al lector y militante poco informado o menos riguroso. Destrucción de la humanidad o guerra imperialista generalizada, ¿no es lo mismo? Pues no. Desde el punto de vista de la lucha proletaria, de sus diferentes retos y batallas, de sus terrenos y su tempo, la destrucción de la humanidad no es más que una idea, un postulado que no tiene nada de material – seamos precisos: política e históricamente material. La marcha hacia la guerra generalizada impone directa y concretamente aún más sacrificios para su preparación y el establecimiento de economías de guerra. Y obliga a la burguesía, fuerza material que actúa en el terreno igualmente material de la lucha de clases, a atacar al proletariado no sólo por la defensa económica de su capital nacional, sino también por esta preparación para la guerra.

La vuelta formal a una “alternativa” no es en absoluto un paso adelante para la CCI. Es, por el contrario, una re-afirmación del enfoque idealista y de la trayectoria oportunista y revisionista de esta organización.

RL, 23 de julio 2023

Inicio


Notas:

[3. Ver nuestras diversas posiciones en esta revista, por ejemplo sobre el 24º congreso, El barco de la Descomposición hace agua (RG #20, http://www.igcl.org/24o-Congreso-de-la-CCI-el-barco-de)

[4. La CCI actual presta poca atención al hecho de que los bloques como tales se formaron sólo una semana antes del estallido de la 2ª Guerra Mundial, el Pacto Ribbentrop-Molotov de agosto de 1939.

[6. La propia CCI reconoce que considerar que podría haber una dinámica hacia la guerra mundial “implicaría que una de las premisas clave de la descomposición – la incapacidad de la burguesía para ofrecer una perspectiva a la humanidad, por bárbara que sea – ha sido eliminada de la ecuación.” (Réponse à Steinklopfer publicado en línea a principios de septiembre, en francés) Una vez más: si la realidad no coincide con el dogma, hay que negar la realidad. ¿O más bien suprimirla?

[7. Resolución sobre la situación internacional del 23° congreso de la CCI, 2019, https://es.internationalism.org/content/4447/resolucion-sobre-la-situacion-internacional-2019-los-conflictos-imperialistas-la-vida

[8. Resolución sobre la situación internacional del 25° congreso de la CCI. Damos el lazo web con las versiones francesa y española : https://fr.internationalism.org/content/11019/resolution-situation-internationale y https://es.internationalism.org/content/4979/25o-congreso-internacional-de-la-cci-resolucion-sobre-la-situacion-internacional

[9. En la época de la II Internacional, la 3ª vía era la de la reforma y de la transición pacífica y gradual al socialismo.