(Semestral - Febrero 2019) |
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Comentarios sobre las tesis del GCCF sobre la cuestión sindical
El Gulf Coast Communist Fraction publicó unas Tesis sobre la cuestión sindical que queremos comentar aquí. Como la introducción lo explicita, los miembros del GCCF estaban en desacuerdo sobre esta cuestión y, obviamente, es a través una discusión interna que adoptaron estas tesis. El hecho que contienen unas contradicciones, a veces aun en los meros puntos, expresa que sólo pueden representar una postura transitoria que el grupo tendrá que sobrepasar si quiere desarrollar una intervención coherente hacia las luchas de la clase obrera. Sin embargo, el que estos compañeros no hayan vacilado para publicar este texto a pesar de las condiciones y de los limites de su realización es por saludar y apoyar. Los comentarios críticos a continuación tratan de desarrollar la reflexión y la discusión de esta cuestión no sólo entre los compañeros del GCCF pero también en el conjunto del campo proletario internacional.
Para nosotros, la principal debilidad de este documento es que no hay ningún planteamiento histórico de la cuestión sindical, salvo un mención rápida en la tesis 4. Saludamos el hecho que, desde su publicación, el GCCF está de acuerdo con este comentario crítico : « Cuando publicamos nuestras "tesis sobre la cuestión sindical", nuestros compañeros cercanos de Nuevo Curso subrayaron que faltaba algo en nuestras tesis : una explicación histórica del como la forma sindical pasó de un órgano defensivo de la clase obrera a un instrumento completamente integrado en el capital » (Introduction to B. Peret on the History of Unions [1]). Como resultado de esta falta, cada punto de las Tesis viene afirmado de manera abstracta sin ser relacionado con la realidad de la lucha de clases, o sea que tienden a considerar la relación capital-trabajo sólo como una relación económica y no básicamente como una política.
Aun cuando, no compartimos por nuestra parte la explicación teórica que la Izquierda germano-neerlandesa proporciona para su denuncia de los sindicatos, no le quita el hecho que fue la primera corriente que "sintió" que los sindicatos habían "muerto" históricamente como organización unitaria del proletariado y que habían pasado al servicio del Estado capitalista. Así, mucho del trabajo de crítica y denuncia de los sindicatos fue desarrollado por ella. En particular, Anton Pannekoek, tan cuando todavía defendía y apoyaba la Revolución Rusa, los bolcheviques y la Internacional en los años 1920 como cuando se volvió uno de los más famosos teóricos del consejismo, escribió textos importantes que todavía cabe leer y discutir hoy en día. En su artículo, El sindicalismo [2] (1936), empieza por hacer una historia rápida de los sindicatos y de la lucha de la clase obrera en relación al desarrollo del capitalismo. Mientras en un periodo histórico anterior, la clase obrera podía oponerse con eficacia a la clase dominante en un sola corporación o industria porque se confrontaba por lo esencial a un ’solo patrón’ o una sola fracción industrial de la burguesía, las condiciones de la lucha de la clase obrera cambiaron hasta que este tipo de luchas "industriales" o "gremiales" ya no fuesen más eficaces. « La razón es obvia. Un grupo aislado de trabajadores puede aparecer de fuerza igual en un combate contra un capitalista aislado. Pero un grupo aislado de obreros contra un empleador apoyado por el conjunto de la clase capitalista es impotente. Y tal es el caso aquí : el poder de Estado, el poder de dinero del capitalismo, la opinión pública de la clases medias, excitadas por la prensa capitalista, todos atacan al grupo de obreros que luchan» [3]
Este punto es muy importante porque subraya el hecho que, en relación con el desarrollo del capitalismo y de su dominación sobre el conjunto de la sociedad, la clase obrera se enfrentaba a una clase dominante más y más unida cuya mayor expresión es el Estado capitalista. Este fenómeno, ya en curso al final del siglo 19, se aceleró de manera increíble durante la 1a Guerra mundial para las necesidades de la mera guerra. Ha sido particularmente durante la guerra imperialista y a causa de esta que el Estado capitalista desarrolló su carácter totalitario hasta el grado de invadir y ocupar todas las dimensiones de la vida social y de integrar todas las diferentes organizaciones de la vida social existente – es lo que llamamos capitalismo de Estado que no se puede reducir sólo a las medidas y políticas económicas. Es inútil exponer aquí como el capitalismo de Estado, particularmente bajo sus formas y regímenes democráticos, es ahora dominante y potente como nunca antes. Para el proletariado y sus luchas históricas como inmediatas, el desarrollo del capitalismo de Estado hasta la fecha tiene dos consecuencias principales :
los "espacios" proletarios permanentes y las organizaciones de masa sobre los cuales las luchas de la clase obrera se basaba, fuesen partidos o sindicatos (o aún las Bolsa de trabajo [4]), desaparecieron o fueron ’incorporados’ por el Estado. Por supuesto, fue un proceso histórico que duró varias décadas pero cuyo fecha crucial se puede fijar al Agosto 1914, la declaración de la 1a Guerra mundial, y cuyo proceso se acabó de manera definitiva con la siguiente guerra imperialista que se inició en 1939, si no fue antes ;
la ocupación por el Estado de todos las dimensiones, o espacios, de la vida social significa que su carácter totalitario – muy lejos de limitarse a sus regímenes fascistas o estalinistas – impide cualquier "vida" proletaria permanente, o sea una oposición permanente y de masa a la ideología y las políticas burguesas, salvo durante las movilizaciones masivas de clase.
Entonces, y desde aquel momento, salvo las pocas movilizaciones masivas de la clase obrera y los pocos periodos revolucionarios, el proletariado ya no puede más organizarse en organizaciones unitarias permanentes, quiere decir en organizaciones que reagrupan al conjunto de los obreros, independientemente de su pensamiento político, de una fabrica, de una industria, de una ciudad o un país, sean sindicatos, o asamblea general, o comité de huelga o consejos obreros. Una vez la lucha terminada, estas organizaciones desaparecen o, si permanecen, son integradas por el Estado – en general como nuevo sindicato radical de base. Lo mismo va por los partidos políticos proletarios : ya no pueden más ser partidos de masa como lo era el Partido social-demócrata alemán sino sólo partidos comunistas minoritarios aun durante el periodo revolucionario.
Así, con esta introducción, uno puede fácilmente deducir que, para nosotros, las tesis son reduccionistas y, aun, que debilitan la comprensión y el planteamiento revolucionarios de la cuestión del sindicato hoy en día. Veamos ahora las tesis una por una.
Tesis 1 y 2
La tesis 1 declara que los sindicatos tienen « un objetivo particular – la negociación y la aplicación de los contratos de trabajo » mientras la tesis 2 afirma, de manera abstracta, o sea sin ningún planteamiento ni referencia históricos, que « por las características inherentes a la forma sindicato, el sindicalismo nunca puede romper con la relación capital-trabajo en teoría, ni en práctica ».
Ya en estos solos puntos, tendríamos muchos comentarios, rectificaciones y elaboraciones por hacer. Enfoquemos sobre los principales. Las tesis reducen la función de los sindicatos a la dimensión económica, la de la negociación de los contratos de trabajo. Así, ignoran la cita de Marx según la cual « los sindicatos son las escuelas del Socialismo. En ellos, los obreros son educados para el Socialismo por medio de la lucha incesante contra el capitalismo que está desarrollándose ante sus ojos » [5]. Entonces, Marx no ve el papel de los sindicatos limitado a la dimensión económica pero extendida a las dimensiones política e histórica. Pues la afirmación según la cual el sindicato, « por las características inherentes a [su] forma », es inadecuado para romper « en teoría » con la relación capital-trabajo no es valida [6]. Acorde con estas tesis, los sindicatos no pueden romper con el capitalismo por su "forma" ; y no porque su función y lugar en la lucha de clases como organización unitaria de la clase en el pasado o como… órganos políticos del Estado capitalista como lo son claramente hoy en día. Sin embargo, en ambos casos, su función y acción fundamental es principalmente… política porque « toda lucha de clases es una acción política » (Manifiesto del partido comunista).
Tesis 3
Rechaza cualquier « distinción significativa entre el sindicalismo de "empresa" [’business’] y el sindicalismo "de base" [’rank-and-file’] » lo cual es correcto en sí. Pero no entendemos exactamente cual es la distinción que se hace en este punto. Por cierto, se debe al sistema sindical americano del "closed-shop". En coherencia con las dos primeras tesis, la denuncia rápida del sindicalismo de base también se limita sólo a la forma organizacional e ignora su función política principal : controlar a los proletarios los más combativos y descarrillar cualquier expresión colectiva de lucha sobre el terreno político burgués.
Tesis 4
Trata con dos cuestiones diferentes. La primera, aun cuando todavía con la visión de los sindicatos como simples negociadores de la fuerza de trabajo, intenta tener una comprensión histórica de la cuestión sindical y hace una distinción de función entre las fases de crecimiento y de decline del capitalismo. Sólo podemos animar esta metodología histórica para discutir y clarificar cualquier cuestión y posición del programa comunista. La segunda frase tiene la virtud de llamar a « la confrontación directa de la clase con la relación del trabajo asalariado, como expresión efectiva de la negación del trabajo asalariado ». Sin embargo, la segunda parte puede ser muy confusa. No solamente porque esta parte pasa por alto la confrontación directa, concreta y material contra la clase dominante y el Estado – la lucha política de clases – pero también introduce una idea según la cual la confrontación de clase debería expresar la negación del trabajo asalariado. Si se entiende esta aseveración como que la lucha revolucionaria del proletariado, su lucha de clase, expresa históricamente la negación del trabajo asalariado, podemos estar de acuerdo en sí, de manera abstracta. Si se entiende como el rechazo a cualquier lucha y reivindicación salarial o material para las condiciones cotidianas del proletariado, entonces estamos en completo desacuerdo y combatiremos esta visión que a menudo avanzan esas corrientes que llamamos modernistas.
Tesis 5
A pesar de que se queda en el marco de la misma visión economista de los sindicatos, estamos de acuerdo con que « la forma sindical es inadecuada para organizar los trabajadores para luchar por las reivindicaciones inmediatas ». Por supuesto, añadimos "en nuestros días", "en nuestro periodo histórico". Claro, no es nada más porque su forma. Por ejemplo, la forma sindical, la de sus secciones locales, las Bolsas del trabajo, no impidió que jugarán un papel activo durante el desarrollo de la huelga de masa en Italia en 1919 y 1920 :
« In Florencia, como en docenas de otras ciudades, también los bienes requisados (alimentos, zapatos, vestidos) eran llevados en camión con banderas rojas a las Camere del lavoro [Bolsas de trabajo italianas] y a las "cooperativas obreras". Y era la Camera del lavoro que decidía la re-apertura de las almacenes después de la imposición de reducciones de precios de 50 a 70%. En centenares de ciudades, las Camera del lavoro y los "comités del pueblo", los "comités de requisición", las "comisiones de precio" llevaban a cabo las requisiciones, fijaban los precios y mantenían el orden en las calles comerciantes donde los militantes patrullaban para impedir el vandalismo » (Italie, 1919-1920 les deux années rouges, Bruno Paleni, Les bons caractères, 2011).
Tesis 6 a 10
Tratan con la cuestión de la intervención y actitud de los comunistas en relación a los sindicatos. Aquí está la dificultad de entendimiento concreto por las diferencias entre el sistema sindical del "closed-shop" y los demás sistemas sindicales [7].
Ante todo, acorde con nosotros, los comunistas, sea como grupo político y el partido, o como trabajador individual en su trabajo, deben intentar de intervenir todo lo que pueden y en todas partes donde pueden. Que una reunión o un asamblea sea llamada por un sindicato o no, que sea en el marco y organización sindical o no, impuesto o no por el sistema del "closed-shop", no cambia que los revolucionarios deben siempre intentar intervenir si pueden dirigirse al conjunto de los trabajadores y llamarles a preparar y organizar… la lucha – o al menos hacer propaganda y oponerse a las campañas y ideologías de los capitalistas y sindicatos. Obviamente, es esta preocupación que avanzan las tesis. Como tal, las apoyamos y estamos de acuerdo con ellas. También estamos de acuerdo con que los trabajadores comunistas, como los grupos políticos comunistas, deberían intentar « organizar células de empresas » [8] cada vez y en todos lugares que pueden.
Quisiéramos comentar particularmente sobre la tesis 7. « En el caso de lugares de trabajo que ya son sindicalizados, sería estúpido que los comunistas se abstuvieran de participar en los sindicatos de su proprio lugar de trabajo porque tal orientación abandonaría la base ante los asaltos desenfrenados de la dirección arruinando así la posibilidad para que una minoría revolucionaria tuviera una presencia en el lugar de trabajo ». Primero, este punto postula una "táctica" específica para los lugares de trabajo ya sindicalizados del sistema del "closed-shop". Tal como se presenta, esta cuestión no se plantea en los otras sistemas. No entendemos que significa esta tesis, o a que se refiere, cuando habla de « participar en los sindicatos ». Si se trata de participar en las reuniones abiertas a todos los trabajadores que un sindicato local pueda organizar, por supuesto estamos de acuerdo. Si se quiere decir participar en la vida interna de los aparatos sindicales, entonces estamos en desacuerdo porque sería desarrollar y mantener no solamente la "credibilidad" de los sindicatos ante los ojos de los obreros sobre el terreno de "son lugares donde se puede discutir", pero también sería desarrollar y participar de manera activa en la "vida interna del sindicato" que sólo puede ser contraria a las luchas obreras, aun de las más pequeñas.
Entonces, se argumenta que el no participar "en los sindicatos" en este caso sería abandonar la base [rank-and-file] a la dirección sindical. Pero ¿ qué es la base ? La tesis 3 ya menciona el… sindicalismo de base. Si esta tesis menciona esta base, quiere decir cualquier sindicalismo "radical", militante, de base que existe en todo el mundo, la tarea de los revolucionarios no es apoyarles, o prevenir que sean "derrotados" por la dirección sindical, pero luchar contra las ilusiones que trae y los sabotajes y trampas que monta contra las luchas de la clase obrera. Pues, tal vez porque compañeros del GCCF quedan todavía cercanos de los IWW, esta tesis llama a defender el sindicalismo de base que el punto 3 había denunciado como sindicalismo puro y cuya forma no puede defender los intereses proletarios o las luchas acorde con el conjunto de las tesis. Podemos ver en este punto como una crítica abstracta y formal de los sindicatos puede rápidamente conducir a concesiones al sindicalismo radical – y ser inútil, si no es opuesto, al desarrollo de la luchas y de la consciencia obreras ante los peligros concretos del sindicalismo. Estos no se pueden reducir a la mera dirección sindical que a menudo falta de credibilidad entre los trabajadores los más combativos, pero están llevados por le sindicalismo de base más radical cuya principal función, política, es traer de vuelta los obreros sobre el "terreno y la política sindicales" [9].
Esta confusión sobre el sindicalismo de base se repite en el punto 9 que hace una clara diferencia entre este y la dirección mientras, acorde con nosotros, los comunistas deben precisamente y al contrario subrayar y clarificar el hecho que la base y cualquier sindicalismo radical, cualquiera sea su forma y expresión, es el indispensable complemento de las direcciones de los sindicatos para que puedan, y con él el conjunto del aparato estatal capitalista, controlar y sabotear las luchas cotidianas de la clase obrera como las revolucionarias y descarrillar los trabajadores de su terreno et luchas de clase.
Antes de concluir, estamos en pleno acuerdo con la tesis 11 sobre los IWW. Las tesis 12 a 15 son específicas a la situación local y a la práctica de los IWW. Es difícil entenderlos precisamente. Mientras parecen ver los IWW como, en práctica, un grupo izquierdista (tesis 12), el último punto deja la puerta abierta a alguna ’cooperación’ con unas secciones locales (los General Membership Branch), lo cual es políticamente contradictorio y aun peligroso si uno entiende claramente, como lo hace la Izquierda comunista, que el izquierdismo es parte entera de las fuerzas políticas capitalistas cuya función principal es desviar las luchas obreras para los intereses del Estado capitalista.
Finalmente, aparece que estas tesis son un intento de síntesis entre diferentes posiciones de clase, proletaria y capitalista (izquierdista), esta última siendo influenciada por prácticas sindicalistas inmediatas y locales. El resultado es que no sólo expresan confusiones políticas pero, sobre todo, que presentan concesiones políticas al sindicalismo. Pensamos importante insistir sobre la necesidad de romper no solamente con el "sindicato oficial" o las direcciones sindicales y sus burócratas, pero también con el sindicalismo como un todo, su ideología y su práctica tales como las expresa tan bien el sindicalismo llamado radical, militante y de base y cuyos militantes son muy a menudo izquierdistas o influenciados por el izquierdismo. Los sindicatos son hoy en día órganos completos del Estado capitalista y el sindicalismo se ha vuelto también una ideología y una práctica contra la lucha de la clase obrera. Para romper realmente y profundamente con el sindicalismo, es importante no repetir… la experiencia de la Izquierda alemana y del KAPD : mientras estaba, en apariencia y de manera superficial, de manera radical contra los sindicatos, nunca logró romper realmente con el sindicalismo como tal. Mientras su eslogan de aquel entonces, 1920, era el radical "¡ quiten los sindicatos !", acabó finalmente por llamar a constituir el AAUD (Allgemeine Arbeiter Union Deutschlands) y el AAUE (Allgemeine Arbeiter Union-Einheitsorganization) que en realidad eran… nuevos sindicatos, radicales y ’democráticos’ por cierto, pero aún sindicatos. Es una experiencia importante que ha sido particularmente criticada por demás fracciones de izquierda y que deberíamos discutir y a la cual deberíamos referirnos.
En nuestra opinión, el punto clave para adoptar y desarrollar una posición y una práctica claras en relación a las luchas obreras cotidianas como históricas, y ante la oposición de los sindicatos, es de recordar y sacar las consecuencias y significativos políticos del mero hecho que la lucha de clases es un lucha política y que el proletariado no deja de confrontarse al aparato del Estado. Esta experiencia nos viene de la lucha de Marx y Engels contra el indiferentismo político y el anarquismo, de Lenin contra el economismo, de Rosa Luxemburg contra el revisionismo adentro del Partido social-demócrata alemán y el sindicato – vead en particular Huelga de masa, partido y sindicato –, del Partido comunista de Italia (y Bordiga) contra el fetichismo de Gramsci de los consejos de fabrica [10], hasta la lucha que cabe llevar hoy contra el moderno economismo, el que llamamos consejismo, y el indiferentismo político moderno anarquista.
Notas:
[1] . https://gulfcoastcommunistfraction.wordpress.com/2018/09/23/benjamin-peret-on-the-history-of-unions/
[3] . Traducimos nosotros. No conseguimos una versión española de este artículo. Se puede leer la versión en francés en https://www.marxists.org/francais/pannekoek/works/1936/01/pannekoek_19360100.htm. Y la versión en inglés en : https://www.marxists.org/archive/pannekoe/1936/union.htm.
[4] . Camera del lavoro in Italian, Bolsa del trabajo in español, o sea la organización geográfica o local de los sindicatos distinta pero complementaria del sindicato de fabrica o de gremio industrial. Fueron particularmente activas al final del siglo 19 e inicio del 20.
[5] . La entrevista de Marx por Hamann publicada en el Volkstaat in 1869 y reproducida por La révolution prolétarienne #26 en 1926 y La critique sociale en 2008 : http://www.critique-sociale.info/94/entretien-de-karl-marx-avec-j-hamann/. Se puede leer una traducción en español en : https://elsalariado.info/2015/08/30/marx-sobre-los-sindicatos-entrevista-con-j-hamann-en-1869/.
[6] . De paso, muchos sindicatos del pasado, particularmente el sindicalismo revolucionario, rompían con las relaciones sociales capitalistas a nivel teórico como "programático". Por ejemplo el "programa" del 1905 del sindicato de masa francés, la CGT : « El Congreso de Amiens confirma el artículo 2, principio de la CGT : "la CGT reagrupa, fuera de cualquier escuela política, a todos los trabajadores conscientes de la lucha por llevar para la desaparición del salariado y de la patronal" » [« Le Congrès confédéral d’Amiens confirme l’article 2, constitutif de la CGT : ’La CGT groupe, en dehors de toute école politique, tous les travailleurs conscients de la lutte à mener pour la disparition du salariat et du patronat’ »]
[7] . Es importante destacar que unos puntos de las tesis se refieren a las características del "sistema" sindical que prevalece principalmente en los países de América del norte y Gran Bretaña, el llamado "closed-shop", que difiere de los europeos, particularmente los que dominan en Italia, Francia y España – para citar los principales ejemplos. A menudo, esta diferencia vuelve difícil la discusión internacional de la cuestión sindical con incomprensiones porque las condiciones inmediatas de la intervención de los revolucionarios en su lugar de trabajo pueden aparecer diferente. El hecho que, con sus compañeros de trabajo, tiene que ser sindicalizado para tener el trabajo, puede confundir la discusión. Pero el punto clave es que, hoy en día, los comunistas tienen que romper con la ideología y la práctica sindical en sus lugares de trabajo, sean obligados a ser sindicalizados o no.
[8] . Entendimos el empleo de las palabras ’células de empresas’ como ’comité de lucha’ suscitados y animados por los comunistas y no como las células del partido creadas al inicio de los años 1920 en los Partidos comunistas y que sirvieron como uno de los medios de la ’bolchevización-estalinización’ de los partidos... [nota de la redacción].
[9] . Entre tantos ejemplos de acciones descarrillando y saboteando de las luchas obreras por parte del sindicalismo radical y de base desde los años 1960, uno puede referirse a nuestro balance de la última lucha de los ferrocarrilleros del 2018 en Francia y a las acción "radical" del sindicato Francés SUD en nuestra revista Revolución o Guerra #10 (http://igcl.org/Balance-rapido-de-la-derrota-de).
[10] . Bordiga, Seize Power or Seize Factory : https://www.marxists.org/archive/bordiga/works/1920/seize-power.htm or Revolution or War #5 : http://igcl.org/Seize-Power-or-Seize-the-Factory.