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¡ Para una respuesta proletaria eficaz y potente, generalización y unificación de la lucha contra el capitalismo francés !

Reproducimos aquí el volante que intentamos difundir en Francia en estos días antes de la huelga del día 3 de abril en la empresa estatal de ferrocarril, la SNCF. Sus trabajadores están sufriendo actualmente un ataque directo por parte del gobierno Macron, o sea por parte del Estado y de la burguesía francesa. La dificultad para el capital francés es que ocurre mientras diversos sectores e empresas se fueron en huelga en las últimas semanas y meses o pasan por conflictos más o menos abiertos en medio de un descontento generalizado creciente antes la diferentes medidas adoptadas por el gobierno. Después de discusiones más o menos discretas entre el gobierno y los sindicatos, estos últimos (con palabras muy radicales en apariencia pero vaciás en contenido de lucha) planificaron de antemano, y sin llamar a que las asambleas obreras se pronunciarán, varias jornadas de acción ; o sea volvieron una vez más con la táctica sindical de siempre en Francia de aislamiento y agotamiento de las luchas obreras. Ya en París, una manifestación callejera ha tenido lugar el mismo día, 22 de marzo, en dos… lugares diferentes al mismo tiempo con por un lado la “función pública” y por otro los ferrocarrileros. Y las jornadas de acción en la SNCF son escalonadas y planificadas hasta… ¡ junio próximo ! Así los sindicatos y la burguesía en general ocupan todo el terreno de la respuesta obrera y no le queda a esta que… someterse a esta táctica impuesta y que conduce a la derrota o alzarse de manera frontal contra ella y contra los sindicatos. El reto es alto.

Francia : Huelga en el ferrocarril (SNCF), luchas y conflictos en todos los sectores, manifestaciones de los estudiantes y de los jubilados...

¡ Para una respuesta proletaria eficaz y potente, generalización y unificación de la lucha contra el capitalismo francés !

Después la manifestación callejera del 22 de marzo, los ferrocarrileros estarán en huelga escalonada a partir del martes 3 de abril. Harán huelga todos los cinco días y la agenda ya está establecida hasta… junio. Una vez más, la táctica sindical de las “jornadas de acción” que llevó de manera sistemática a la derrota en las movilizaciones masivas de 2003, 2007, 2010 y 2016, viene reutilizada con la variante que ¡ los trabajadores harán una huelga escalonada ! Si las asambleas generales y los huelguistas no logran cuestionar este escenario y esta agenda, no solamente los ferrocarrileros van a la derrota pero, además, las otras luchas o focos de conflictos sociales no podrán reconocerse e unirse alrededor de los primeros para imponer una verdadera relación de fuerza al gobierno y al capital francés. Sin embargo, el descontento obrero se expresa un poco en todas partes : en la salud, en los servicios públicos, en Air France, pero también en el sector privado, las amenazas de despidos en la Ford y en otras numerosas empresas por todo el país, o también aún entre los jubilados y los estudiantes de las facultades – a menudo hijos de proletarios y futuros proletarios por su gran parte. Con las jornadas sindicales de acción, todas estas luchas quedarán aisladas y serán derrotadas a su turno. Mientras su extensión e unificación sería el mejor medio para hacer retroceder todos estos ataques del gobierno y del Estado

Está claro para todo el mundo que el ataque contra los ferrocarrileros es un ataque, económico y político, contra todos los trabajadores de este país. Después los ataques del 2016 contra el contrato de trabajo, la burguesía francesa por cierto mira a imponer nuevos sacrificios a los meros ferrocarrileros y a proseguir su ofensiva contra toda la clase obrera.

A lo largo del tiempo y de las luchas, los ferrocarrileros nos fueron presentados como el último bastión de la clase obrera que resistía en Francia. Con razón o sin razón, el mito está ahí y el gobierno Macron y, detrás de el todo el aparato del Estado capitalista francés, quiere derribarlo. La burguesía francesa quiere también poner de manera definitiva el recuerdo de las grandes huelgas, 1995 o aún 1968, y la amenaza que representan para ella-misma, en el armario de la historia pasada. Ya el tiempo no está para las vacilaciones ante el proletariado si el capital francés quiere recuperar su “retraso” con sus competidores :

« Francia no tendrá ninguna capacidad motora si no tiene un discurso claro y si no observa el mundo con una mirada lúcida. Pero tampoco la tendrá si no fortalece su economía y su sociedad. Por eso he pedido al Gobierno que inicie las reformas fundamentales que son indispensables para Francia. Nuestra credibilidad, nuestra eficacia y nuestra fuerza están en juego. Pero la fuerza de algunos no puede alimentarse durante mucho tiempo de la debilidad de los demás. Alemania, que se reformó hace unos 15 años, comprueba hoy día que esta situación no es viable. Por tanto, mi deseo es que podamos construir una fuerza común. » (Entrevista de Emmanuel Macron a varias periódicos europeos el 21 de junio 2017, https://elpais.com/internacional/2017/06/21/actualidad/1498060288_982592.html).

Está claro el discurso. Cabe bajar aún más las condiciones de vida y trabajo – lo que llaman las reformas – del proletariado para que el capitalismo francés pueda jugar un papel en la escena imperialista mundial y guerrera al lado de Alemania y frente a los grandes rivales americano, chino y ruso. No solamente, el proletariado debe pagar por la crisis económica del capitalismo pero también, y más y más, por la guerra imperialista a la cual la primera, la crisis, lleva de manera inexorable. Pero es el único que pueda oponerse a esta dinámica infernal… rechazando los sacrificios por su lucha y ofreciendo una otra perspectiva histórica y revolucionaria, la de una sociedad comunista sin miseria y sin guerra – de la cual, cabe recordar, el estalinismo fue el principal y sangriento sepulturero en la URSS y en el mundo.

Oponerse al encerramiento y el aislamiento sindical por la huelga y la extensión

La táctica que los sindicatos han decidido aísla de antemano el combate de los trabajadores de la SNCF en la corporación y en la agenda de las jornadas de huelga que no puede sino encerrarlos aún más en una huelga sin otra perspectiva que hacerla durar “hasta el final”… lo cual, muy rápidamente, provocará la división de los meros huelguistas entre los que querrán y podrán hacer huelga y los que no lo podrán, o lo podrán “menos”, y quienes se desanimarán.

La táctica sindical de las jornadas de acción es por rechazar. Impone reivindicaciones y combates corporatistas y aislados. Peor aun, por la imposición de los avisos legales para la huelga y por su negación a llamar a asambleas generales en muchos de los depósitos ferroviarios de la SNCF – sobre esto el “management” y los sindicatos trabajan juntos en todas las empresas –, las jornadas sindicales de acción hacen de la huelga una decisión meramente individual y no colectiva lo cual debilita otro tanto la voluntad de combate y el sentimiento de solidaridad obrera, cada obrero siendo devuelto a su conciencia o voluntad “individual”, incluso ahora en la SNCF donde se tiene que hacer una declaración individual previa de huelga.

¿ Qué hacer ante el callejón sin salida sindical ?

¿ Como desbordar las consignas sindicales ? En la huelga en la SNCF en diciembre 1986-enero 1987, y mientras la CGT había puesto piquetes… de trabajo (¡!) para impedir el estallido de la huelga el viernés 19 de diciembre 1986, los ferrocarrileros habían impuesto su asambleas generales (AG) y habían salido en huelga contra la CGT y los demás sindicatos. Es esta misma vía que se debe retomar. Imponer las AG para decidir de la huelga a la cual los sindicatos se oponen, es el medio. Reconducir la huelga en los depósitos ferroviarios SNCF y en las asambleas después del 3 de abril por cierto es un primer paso.

Pero si es necesario, también no es suficiente. La meta de la huelga no puede ser en sí el simple bloqueo de la economía – el capital sabe como organizarse para superarlo y sortear los puntos de bloqueo – pero la extensión de esta a los demás sectores y empresas. Por eso, cabe avanzar reivindicaciones las más unitarias posibles que los demás trabajadores puedan retomar por su propria cuenta.

Unas propuestas entre otras (por discutir, incluso por declinar, acorde con las situaciones locales particulares) : los trabajadores de la sociedad ONET de limpieza de las estaciones de tren están en huelga. Cabe avanzar que tengan las mismas condiciones de trabajo y de salario que los ferrocarrileros – y, acorde con la fuerza de la huelga, exigir el fin de los subcontratistas y la contratación de los obreros por la SNCF. Ante los despidos en la Ford de Burdeos, mantener los salarios y el contrato de trabajo hasta el fin de su desempleo, e incluso la contratación en servicios públicos. O aún, ya que van a atacar de nuevo las pensiones de los ferrocarrileros, avanzar que todas la pensiones de los sectores público y privado sean al nivel de hoy de los ferrocarrileros o más bien de los transportes públicos. O bien, en la continuación de las reivindicaciones en la Air France, aumento general de todos los salarios y de las pensiones para todos… Todo que va en el camino de la unidad es por retomar. Todo que va en el camino del aislamiento es por rechazar.

Al igual, las AG deben buscar lazos y la extensión de la lucha a su alrededor, geográficamente, por su apertura hacia los demás trabajadores en lucha o aún por el envío de delegaciones masivas a los demás sectores y empresas, incluso a los barrios dichos “populares”. La extensión de la huelga no puede reducirse a la mera extensión a la SNCF tanto más cuanto que los principales sindicatos opuestos a la huelga lograrán bloquearla enlos depósitos SNCF los menos combativos mientras agotarán a los huelguistas bajo el pretexto que es preciso primero poner toda la SNCF en huelga antes que extender a otro sector. Debe realizarse sobre una base geográfica, por barrios, por ciudades o regiones y, a su vez, es su éxito que convencerá los menos combativos de la SNCF de juntarse al combate. Además de las empresas y sectores en lucha, es también el medio para arrastrar los barrios y los jóvenes, y otras generaciones, en el combate de clase contra el capitalismo y así ofrecerles una verdadera solidaridad, en la lucha, y una perspectiva de lucha de clase. La perspectiva del combate de clase contra el capitalismo es el único remedio contra la desesperanza y los callejones sin salida sociales.

Reagruparse para el combate por la extensión y la unificación

Por fin, en todas partes donde es posible, cabe que los trabajadores los más combativos y los más convencidos de estas orientaciones, de la necesidad de luchar contra el aislamiento y las trampas sindicales, se reagrupan en comités de lucha o “asambleas interprofesionales” – poco importa el nombre – con miras a organizarse e intervenir colectivamente en todas partes donde se puede para asumir este combate a la vez por la extensión y la unificación y contra su sabotaje por los sindicatos. Ya que el combate para la extensión y la unificación no podrá ahorrarse de este enfrentamiento político con los órganos particulares, por actuar directamente en medio obrero, del Estado capitalista como lo son los sindicatos y los partidos de izquierda.

Desde el 3 de abril, en todos los depósitos SNCF, ¡ asambleas generales para imponer la huelga renovable !
En las empresas, los barrios y las ciudades, extensión y unificación de la huelga, de las manifestaciones y del combate de clase !
En las empresas, los barrios y las ciudades, ¡ reagrupamiento e organización de los trabajadores (o no) los más combativos deseosos de combatir para la extensión y la unificación de la lucha !

El Grupo Internacional de la Izquierda Comunista, el 28 de marzo 2018

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