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Comunicado sobre el retiro americano del acuerdo sobre el nuclear iraní : una etapa en la marcha a la guerra imperialista generalizada (10 de mayo 2018).
La decisión de Trump de denunciar el acuerdo sobre el nuclear iraní es un paso importante del desarrollo de las “relaciones internacionales”, o sea de las rivalidades imperialistas. Las consecuencias no son soló los riesgos de extensión inmediata de guerras en Medio Oriente, tan pronto confirmados por el enfrentamiento directo entre las fuerzas iraníes e israelíes en la noche del 9 al 10 de mayo. Pero sobretodo la agravación acelerada de las tensiones entre las grandes potencias imperialistas y la manifestación creciente de una polarización imperialista entre los Estados Unidos y la Europa continental. Es un genuino ultimátum que la burguesía americana acaba de dar al conjunto de sus rivales… y particularmente a los europeos. Y si hacía falta, el embajador americano en Alemania lo explicitó en seguida así : « las empresas alemanas que hacen business en Irán deben liquidar sus operaciones inmediatamente » ! (citado por el periódico alemán Der Spiegel del 9 de mayo [1]).
Más allá del aspecto económico, de hecho secundario ya que Alemania y Europa podrían muy bien aguantar en sí el paro de sus inversiones en Irán, el ultimátum es de orden político e imperialista. « Los Estados Unidos han escogido el camino de la confrontación con Europa » (idem). Para el capital alemán y de sus principales aliados de la Unión Europea, el dilema está claro : o someterse al ultimátum americano y esperarse a ahogar muy rápidamente bajo los dictados sucesivos que seguirán y perder todo crédito imperialista ante las demás grandes potencias ; o bien es « tiempo para Europa de resistir a los Estados Unidos » (idem) reagrupando a su alrededor el frente imperialista anti-americano, empezando con China y Rusia. No será sin dificultades y contradicciones internas a cada país europeo como Der Spiegel lo expresa, obviamente con pesar, por la burguesía alemana cuyas algunas fracciones todavía vacilan ante el ineluctable : « Europa se confronta a la perdida potencial de lo que fue la constante la más importante, la más fiable y la más beneficiosa de [su] política extranjera desde décadas : la alianza con los Estados Unidos y la relación transatlántica » (idem). No será sin dificultades y contradicciones internas a la Unión Europea, en particular con los países anti-rusos y pro-americanos del antiguo bloque del Este.
Pero los principales países europeos ya no tienen elección. Trump no deja de apuntar y de provocar a la Unión Europea y a Alemania. Expresa claramente a la vez el grado alcanzado por las contradicciones del capitalismo, la exacerbación de la competencia entre capitales que buscan de manera desenfrenada las ganancias que se reducen más y más, que nos arrastra hacia una guerra generalizada ; y, en consecuencia y de manera complementaria, la furia desesperada que está atrapando a la burguesía americana ante su decline histórico constante, desde la desaparición de la URSS, en la escena internacional. El capitalismo arrastra la humanidad hacia la guerra imperialista generalizada. El proletariado internacional, clase explotada y clase revolucionario a la vez, tampoco tiene elección. O someterse al capital y será aún más miseria y explotación para preparar la guerra generalizada, luego por la mera guerra ; o más bien resistir a los ataques del capitalismo enfrentando sus Estados y abrir la vía a sus derrocamientos, a la destrucción del mismo capitalismo y la instauración de una sociedad comunista sin miseria, ni guerra.
Para que el proletariado internacional pueda abrir esta perspectiva y esta esperanza, es necesario que se comprometa de manera decidida en la confrontación política con todas las fuerzas de cada Estado capitalista, partidos políticos de derecha como de izquierda, sindicatos y otras fuerzas de encuadramiento ideológico y político, y con la represión burgués [2]. Si cada burguesía nacional no tiene otra elección que marcharse hacia la guerra generalizada y hacia la confrontación con su propria clase obrera, el proletariado internacional – y particularmente sus minorías las más conscientes y combativas a través su reagrupamiento para liderar el combate político de clase – no tiene otra elección que comprometerse en la defensa resuelta de sus intereses de clase asumiendo la confrontación con el capitalismo y su Estado.
PS. Llamamos la atención sobre la toma de posición de Nuevo Curso con la cual estamos de acuerdo : https://nuevocurso.org/tratado-nuclear-y-rescate-argentino-dos-caras-de-la-guerra-comercial/.
Notas:
[1] . http://www.spiegel.de/international/world/time-for-europe-to-stand-up-to-the-united-states-a-1206997.html
[2] . Es precisamente lo que el proletariado en Francia no logra realizar mientras las meras condiciones para una lucha extendida y generalizada eran reunidas alrededor de la huelga de los ferrocarrileros durante marzo. Al no disputar el “timing”, la planificación, de los días de huelga escalonada decidida por los sindicatos, al respectar el terreno de las discusiones y de las negociaciones gobierno-sindicatos, o sea al no confrontar políticamente el sabotaje sindical en las asambleas o los lugares de trabajo, la lucha de los ferrocarrileros y las demás movilizaciones (como la de Air France o de la fabrica Ford de Burdeos) van a sufrir fallos – salvo un acontecimiento imprevisto que rompiera el curso de la movilización – por su aislamiento y a pesar de su combatividad. Es una enseñanza para el proletariado de todos los países.