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El compañero Jonas, el amigo Jacky, se nos fue

Jacky nos dejó sábado 24 de Febrero. Jonas por su seudónimo público, Isaac Mamane por su nombre civil, sufría de una enfermedad auto-inmune desde casi veinte años con varias consecuencias dolorosas. Fue un calvario creciente a lo largo del cual los tratamientos los más pesados le fueron infligidos sin que su estado dejará de deteriorarse de manera inexorable con el tiempo. Desde casi dos años ahora, era paralizado, no podía leer – salvo a precio de un esfuerzo agotador – y se expresaba con dificultad. Sin embargo, su conciencia quedaba tan viva y su espíritu quedaba tan impactante lo cual entristecía y tranquilizaba a la vez : era consciente del decline inexorable de su estado físico y seguía participando a las actividades de nuestro grupo lo cual mantenía una esperanza entre nosotros que, en lo profundo de nuestros corazones, sabíamos que era en vano.

Ya que, a pesar de sus sufrimientos y su fatiga, seguía siendo militante. Jueves 22, sin saber que era la última vez – ¿ lo sospechaba ? –, logramos platicar por teléfono. Aunque muy debilitado, nos había respondido sobre su salud y, como siempre, había rápidamente pasado a las cuestiones políticas sin detenerse sobre sus sufrimientos. A menudo, había que insistir para que diera noticias sobre su salud. Cuando nos vimos por la última vez en Junio 2017 – había dejado París en 2010 y vivía en Avignon –, nos había expresado su hastío extremo por primera vez. Solo el amor y el apoyo de su compañera de siempre, Montse, admirable por su valor y devoción, que le transmitía su alegría de vivir, fuente de las sonrisas y miradas enternecidas que el le dirigía, de su hijo Willy y compañera Isabelle por una parte y su inquebrantable convicción política en las capacidades revolucionarias del proletariado por otra, lo empujaban a luchar y a aferrarse a la vida.

Jacky, Révolution Internationale y la huelga de masa del Mayo 1968

Nacido el 17 de Abril 1947, Jacky había venido a estudiar en Toulouse, Francia, donde los acontecimientos de Mayo 1968 lo encontraron para incitarlo a escoger el camino que siguió toda su vida. Unas pocas semanas antes, con otros, el y su amigo Michel Po habían encontrado a Raoul (RV) bajo cuya influencia habían formado un círculo político. RV, miembro del grupo Internacionalismo en Venezuela que se había constituido alrededor de Marc Chirik, también había venido a Francia para sus estudios universitarios y, desde su llegada, había logrado reagrupar varios militantes jóvenes. La intervención activa de este grupo en Mayo-Junio 1968, tan en las asambleas estudiantiles como en las asambleas obreras, en particular en la Sud-Aviation, antepasada de Airbus, le otorgó una aura y una influencia política “masiva” muy particular en Toulouse que permitió reagrupar aún más nuevas energías, estudiantiles e obreras, y fundar a Révolution Internationale (RI) sobre las posiciones políticas de la Izquierda comunista internacional.

Como muchos de estos militantes, Jacky fue marcado para siempre por la huelga de masa de Mayo-Junio 68 en Francia. Por cierto, como varios otros, sufrió un contra-golpe que lo llevó a retirarse del grupo por dos años. Después, con su calificación de dentista y con Montse, se fue a Montreal, Canadá, donde sus padres habían emigrado. La experiencia quedó corta, dos meses, y volvió a Francia en 1974. Desde su retorno, reintegró RI en Toulouse. Luego, la Corriente Comunista Internacional constituida, se movió a París. Fue nombrado al órgano central de la sección de la CCI en Francia y, como tal, fue el principal delegado de este en el comité de redacción del periódico mensual Révolution Internacional hasta la mitad de los años 1990. Como tal, y aun cuando se trataba de un trabajo colectivo, fue uno de los principales responsables políticos y realizador de casi 250 números del mensual RI. Durante todos aquellos años, fue también responsable de las finanzas de la sección en Francia que, por ser la sección territorial la más importante y pues por recibir las más grandes cotizaciones de los miembros, financiaba en gran parte al conjunto de la CCI. Como tal, trabajó estrechamente y con la mayor confianza con Marc Chirik quien era responsable de las finanzas del Buró Internacional de la CCI. Aun cuando Jacky nunca fue un miembro muy conocido fuera de la CCI – como lo era por ejemplo RV – hasta la crisis organizacional de 2001, jugó un papel importante y incluso a veces determinante en la vida de la organización.

Jacky, la CCI y la “lucha contra el consejismo”

Durante los años 1990, fue uno de los principales actores del combate político en el seno de la CCI para librarla de los restos de planteamientos y visiones de orden consejista que el ambiente post-68 y el peso particular de la ideología estudiantil de aquel entonces mantenían en esta organización. En esta lucha, los elementos los más convencidos de esta orientación fueron llevados a volver a leer Lenin con gafas libradas de los filtros “consejistas”, o aún “economistas”, que tenían hasta aquel entonces, y a revindicarse de su combate. Al hacerlo, fueron conducidos a recuperar de manera mucho más completa la experiencia de la Izquierda comunista de Italia. Desgraciadamente, el conjunto de la CCI no fue tan lejos. Sin duda, se trata de una de las especificidades políticas y teóricas de nuestro grupo, el GIIC, hoy en día. Es la única fuerza política que se revindica, incluso de manera crítica cuando es necesario, de la experiencia de intervención militante masiva de la CCI en las luchas obreras de los años 1970 y 1980 como del combate político y teórico que esta llevó a cabo en aquellos años contra el “consejismo”. Tenemos la pretensión de creer que el olvido y la desaparición de esta experiencia, sin negar que existan otras, perjudicaría seriamente la capacidad de intervención de los revolucionarios y su reagrupamiento en el indispensable partido de vanguardia para guiar los combates políticos del proletariado. Se puede resumir aquí rápidamente, y de manera incompleta, esta experiencia de la cual Jacky fue uno de los más constantes defensores y actores desde los años 1980 por :

- el rechazo de cualquier fetichismo de la “auto-organización de los obreros en lucha” ;

- la defensa del carácter político permanente del combate de clase, incluso en las más pequeñas luchas o huelgas, por la inevitable confrontación bajo una forma u otra contra las fuerzas del Estado capitalista, en particular las en medio obrero tales los sindicatos, los partidos de izquierda y izquierdistas ;

- el papel primero e indispensable de los grupos comunistas internacionalistas, y mañana del partido, en estos combates, incluso en las luchas las más pequeñas de hoy, por ser las expresiones las más altas de la consciencia de clase y los portadores del programa comunista y, como tal, por ser los más conscientes de las fuerzas de la clase enemiga y las más capaces de frustrar sus maniobras y trampas ;

- el reconocimiento de una linea de fractura en el seno de los campos proletario y revolucionario que separa los “partidistas” que obran para el reagrupamiento y para la formación del partido comunista internacionalista y, por otra parte, los consejistas, o tendiendo hacia el, que se oponen a este proceso – o lo frenan ;

- por fin, la reivindicación del conjunto de la experiencia y de la tradición teórica, política e organizacional de la Izquierda comunista de Italia y, en particular, las tesis de Roma (1922) y de Lyon (1926) así como la constitución del Partido Comunista Internazionalista de Italia en 1945.

La experiencia de Jacky en la CCI de los años 1980 y su aporte a la fracción interna de la CCI fueron esenciales para la conformación de nuestro grupo y la definición de su orientación principal con respecto al campo proletario y más particularmente hacia su principal organización hoy en día, la Tendencia Comunista Internazionalista (www.leftcom.org).

Jacky, la crisis interna de la CCI de 1995 y su mayor pesar político

Luego, Jacky jugó un papel importante durante la crisis organizacional de 1995 que le dejó un sabor amargo. Fue nombrado en las delegaciones encargadas de entender los detalles de las dificultades organizacionales de aquel momento y, en particular, de los supuestos comportamientos de clan por parte de compañeros. La tristeza ligada a las rupturas políticas con los que quitaron la organización en aquel momento, entre ellos había el compañero RV, se sumó al malestar provocado por las condiciones en las cuales se dio la ruptura. En particular, sentía – como muchos – el haber participado a que se diera sobre cuestiones y acusaciones personales y no en base a divergencias políticas expresadas y confrontadas. Sobre todo, resentía una duda profunda – que se negaba a mostrar – que nos confió después unos tiempos (antes de la crisis del 2001) con la idea de haberse equivocado, o al menos de haber adoptado una actitud demasiada unilateral, en nombre de “la defensa de la organización”. Peor aún para el, rápidamente tuvo la impresión que había sido manipulado… por los mismos que acabarán por denunciarle públicamente como policía (!) en la crisis siguiente en 2001-2002. En pocas palabras, era muy crítico con el mismo sobre este episodio y nosotros – los viejos miembros de la CCI de nuestro grupo de hoy – eramos de acuerdo para reconocer el error político gravísimo que hemos todos cometido en aquel momento al aceptar el terreno psicológico, y no político, del clanismo para “superar” esta crisis organizacional.

Tras esta, la teoría de la descomposición empiezo a imponerse en la CCI como el solo e único marco de comprensión no solamente de la situación internacional pero también de las cuestiones organizacionales y militantes a través de la teoría del clan. Con ello, los debates y las divergencias políticas venían reducidos a enemistades de orden personal y a rasgos psicológicos de unos y otros lo cual significaba, a plazo e ineluctablemente, la liquidación de los debates y confrontaciones políticas internas que son la circulación sanguínea de cualquier cuerpo político proletario.

Después la dimisión de dos de los miembros del Secretariado Internacional de la CCI, entre ellos RV, Jacky y el compañero Olivier (Michel Roger) integraron al SI. Durante aquellos años y hasta la crisis siguiente del 2001, se puede resumir la historia de la CCI a una oposición permanente, pero sorda y no asumida políticamente, entre la tendencia pro-descomposición, ultra-minoritaria, negándose a exponer abiertamente su profundo pensamiento, pero infiltrándose de manera consciente en los “puestos claves”, y las resistencias a esta. Este combate atravesó particularmente el SI. En efecto, a lo largo de aquellos pocos años, este (oficialmente apoyado unánimemente por toda la organización y particularmente por el Buró Internacional del cual no era sino su secretariado), pero perjudicado por la teoría del clan que toda la CCI había adoptado, se encontró siendo rehén de las manipulaciones y de los problemas personales que se multiplicaron. No logró deshacerse de estos [1] lo cual exhausto a sus miembros hasta el congreso de Mayo 2001.

Jacky, la crisis interna de la CCI en 2001, la fracción interna de la CCI y el GIIC

Durante los meses que precedieron el congreso de 2001, sólo Jacky percibió y supo reconocer en toda su amplitud y todo su significado político las maniobras sordas de “aparato” y las manipulaciones “personales” que preparaban la crisis de 2001 y la eliminación de la “vieja guardia del 1968” – aun cuando reconocía haberse dando cuenta con retraso. Sólo él tuvo consciencia de la realidad de la relación de fuerzas que iba a imponerse a causa del debilitamiento político de la CCI como un todo y de la mayor parte de sus miembros. Sólo el deducía la única opción posible : rechazar el marco del clan y de la nueva “disciplina” no proletaria, absoluta, ciega y no verificable, en nombre de “la defensa de la organización”. En breve, sólo él – con la excepción del pequeño núcleo “liquidacionista” obrando en la sombra – era consciente que el enfrentamiento y la crisis ya no podían ser prevenidos y que había pues que tomar la iniciativa antes que fuera demasiado tarde. No logró convencer el resto del SI, ni la sección de París, tampoco los compañeros que encontró. Tanto más cuanto que fue precisamente en este momento que se declararon los primeros graves síntomas de su enfermedad. Sintiéndose impotente y aislado, prefirió retirarse y dimitir antes el congreso, único medio para que mostrará su oposición a lo que se estaba preparando. Como lo había previsto en las semanas anteriores, la crisis explotó en el 14o congreso de la CCI de Mayo 2001 y cinco miembros del SI, a su gran sorpresa y desconcierto, entre ellos el mismo, fueron entonces acusados del haber formado un nuevo clan contra el 6o, FM/CG/Peter. Este empezó a ser presentado, en serio, sin risa, sin ninguna vergüenza, tampoco sentido de ridículo, como el más grande marxista del siglo 20 (!) por sus cercanos. Que – para “salvaguardar la unidad de la organización” mientras su unidad real, o sea política, estaba explotando – la gran mayoría de los miembros de la CCI hayan acabado al final de unos meses de crisis violenta, incluso física, por aceptar la idea, e incluso la posición política oficial, según la cual el supuesto odio de los cinco hacia el 6o se debía a los celos que le tenían a causa de “la afección particular que le llevaba Marc Chirik”, el militante histórico de la CCI muerto unos diez años antes, lo dice mucho del grado de debilitamiento político de esta organización y de sus miembros ya en aquel entonces y… sobre sur pérdida de cualquier sentido del ridículo.

Al día siguiente del congreso que fue un verdadero putsch de una pequeña camarilla, y a lo largo de todo el verano, una oposición surgió adentro de la CCI contra la nueva política. Su expresión la más clara y acesible para el lector quien sería interesado hoy en día – sería sólo para verificar nuestras palabras –, es La Historía del SI de la CCI (en francés). Jacky retomó entonces esperanza y contacto con los compañeros en oposición [2]. Adhirió a la Fracción Interna de la CCI (cinco miembros en Francia y cuatro en México) después la exclusión de sus miembros, que habían formado en reacción a la prohibición que se les habían hecho del publicar en los boletines internos de la organización hasta que “hicieran la auto-crítica de sus comportamientos clánicos, de chantajistas, de ladrones, con métodos nazis”, etc.… Al final, fueron todos denunciados públicamente, al igual que Jacky-Jonas poco antes, como “policías y agentes provocadores”.

Desde entonces, su actividad política se identifica con la FICCI, luego la Fracción de la Izquierda Comunista Internacional [3], y desde 2013 con nuestro grupo, el GIIC. Fue particularmente determinante en el proceso de clarificación política con los compañeros de Canadá, los Communistas Internacionalistas – Klasbatalo precisamente en el debate sobre la cuestión del reagrupamiento y sobre el papel central de la TCI hoy en día [4] que constituye una de nuestras principales orientaciones políticas. También fue muy activo hasta el 2016 aun cuando su salud no dejaba de declinar y de imponerlo esfuerzos cada día más dolorosos. Luego, su participación efectiva se redujo ya que, a su gran desesperación y la nuestra, leía menos y menos y se cansaba más y más rápidamente.

Jacky, el compañero y el amigo

Como militante comunista, Jacky era profundamente internacionalista y sus sentimientos de revuelta ante las injusticias y la miseria capitalistas no dejaron de ser vivos. A lo largo de los años y de las décadas, ningún cinismo, ninguna hipocresía, ningún desengaño había dañado su convicción comunista. Sobre todo, tenía una confianza absoluta en el carácter revolucionario del proletariado. En las cuestiones y debates en el campo proletario y adentro de los grupos en los cuales militó, tenía la capacidad y la cualidad de percibir los puntos de desacuerdos, de ruptura política, a menudo antes que estallaran. Al igual, en la situación internacional y en las luchas obreras, veía rápidamente donde radicaba el punto principal del enfrentamiento entre las clases, al cual cabía responder y por lo cual cabía entablar el combate. En las luchas organizacionales o de la clase obrera, se equivocaba pocas veces en nuestra opinión. Y cuando ocurría, el afilado de su postura que dejaba poco lugar a los términos medios, y de su fundamento, obligaba sus contradictores a reflexionar y clarificar políticamente. Era siempre beneficioso para el cuerpo colectivo. Con ello, tendía a enfocar más sobre lo que se debía debatir y confrontar sin miedo a poner en riesgo la unidad organizacional formal del momento y con el peligro de herir los compañeros y su susceptibilidad. Podía ocurrir que fuese a contra-tiempo, en un instante en el cual, precisamente, valía más “unir los acuerdos” que “polarizar los desacuerdos”. Podía entonces aceptar la crítica… bajo condición que se le convencíera. Tenía la preocupación permanente, en coherencia con su visión de la confrontación y de los debates políticos, procurar que sus relaciones amistosas y afectivas no interfieran con las relaciones, acuerdos y desacuerdos, políticos.

Una vez que se le conocía, la dureza de sus argumentos no lograban mucho tiempo esconder su sensibilidad y su empatía para los compañeros y para los amigos que podía encontrar. Y aun cuando tenía un gran pudor y una reserva que le servía de protección, debía pensar, y que lo podía dificultar para expresar sus sentimientos o retomar contacto, guardó hasta el último momento su amistad y su afecto para los numerosos compañeros cuyos caminos políticos nos habían separado, e incluso opuesto. Regularmente, nos pedía noticias de los unos y otros.

No pretendemos conocer a “todo Jacky”. No cabe dudas que su compañera y su hijo para quienes nos expresaba hace poco aún su amor y su preocupación, saben todo del Jacky marido y padre. No cabe dudas que los compañeros de Toulouse quienes formaron con el en su juventud Révolution Internationale tienen “su” Jacky. No cabe dudas también que numerosos demás compañeros, en particular los quienes participaron tantos años al comité de redacción de RI – le encantaba trabajar en este de manera colectiva durante todos aquellos años –, tienen su proprio recuerdo. Por cierto, todos tendrían cosas por añadir a este homenaje.

Jacky, todos te echaremos de menos. Ya te echamos de menos. Te juntas a la larga lista de militantes anónimos, lo que querías ser, del proletariado. Sólo la ignominia de un pequeño núcleo, de la CCI, que intento ensuciarte para su mediocre aventura estalinista, hizo que tu seudónimo Jonas fuese el reto de una batalla política – que supimos ganar juntos asegurando tu honor de militante comunista para el conjunto del campo proletario - y que lo volvió conocido públicamente de manera momentánea. Tu también, has traído tu piedra sobre el camino que conduce a la revolución proletaria y al comunismo. Conmovidos y orgullosos por haberte conocido, somos. Conmovidos y orgullosos por haber luchado a tu lado, también somos. Nada más nos habita la tristeza, la profunda tristeza, de haberte perdido.

Tenemos un pensamiento afectuoso para su compañera Montse, su hijo Willy y nuera Isabelle. Les expresamos todo nuestro apoyo y nuestra amistad. Pueden ser orgullosos de Jacky como lo somos nosotros mismos.

Juan por el GIIC.

PS. Este homenaje no podía limitarse a lo que el GIIC como tal conocía del compañero Jonas y compartía con el, sería sólo porque lo esencial de su combate tuvo como marco organizacional la CCI. Pues tiene un doble carácter, personal (por la experiencia y el compromiso común que ha compartido con el compañero Juan dentro de la CCI, y más particularmente desde 2001), y político que nuestro grupo hace suyo.

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Notas:

[1. Toda la genesis de la crisis de 2001 y su epilogo político se encuentran en La historia del SI de la CCI que fue realizado primero en nombre de la mayoría del viejo SI antes del Mayo 2001, luego publicado por la FICCI y que nuestro grupo continua a dejar en libre acceso. Es disponible en francés : http://igcl.org/L-Historique-du-Secretariat..

[2. Su número, al inicio ampliamente mayoritario adentro de la CCI, declinó rápidamente durante el verano. Las secciones y los núcleos aislados fueron realmente sometido a un chantaje (si no aceptaban la nueva política, eran amenazados de disolución), varios compañeros dimitieron (sobre todo en París en un primer tiempo), los demás “capitularon” reconociendo su “tendencia clánica” durante entrevistas particulares interminables a las cuales cada uno (en particular de París) era convocado por una “comisión de investigación” cuya legitimidad y cuyos métodos de manipulación estalinista no tenían la fuerza, tampoco la convicción política, de rechazar. Como Jacky lo había entendido el primero, la nueva disciplina organizacional impuesta al congreso debía ser rechazada en el mero nombre de los principios y de los estatutos de la CCI. Pocos lograron hacerlo.

[3. Se puede referir a las páginas web de estas fracciones (http://fractioncommuniste.org) donde se consigue el conjunto de los 60 boletines realizados entre 2001 y 2013. La mayor parte son disponibles en español : http://fractioncommuniste.org/index_esp.php.

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