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Atentados sangrientos en Parîs : ¡ No al terrorismo, no al Estado capitalista ! (7 de enero 2015)
Apenas 4 horas después de la matanza de varios famosos periodistas, ya se presenta al atentado asesino de París de este mismo día del semanario satírico Charlie Hebdo como el "11 de septiembre francés". Los llamados a la unidad nacional, a « aliarse » detrás del Estado democrático para defender a la República se multiplican. El Presidente francés, F. Hollande, ha aparecido enseguida al lugar y ha llamado inmediatamente a la unidad nacional contra « un ataque (…) cometido contra un periódico – es decir la libertad de expresión – contra los periodistas (…) contra el espíritu de la República ». Se declara la guerra de la democracia contra la barbaría : « se requiere un combate nacional contra el islamismo » acaba de declarar un eminente periodista de izquierda (Serge Moati). La consigna está lanzada : "defender la democracia y la República contra el « islamo-fascismo »". De aquí en adelante, unas pocas horas después del atentado, el partido socialista llama a « una marcha de los republicanos » pretendiendo a arrastrar la población a que participe masivamente. El conjunto de los dirigentes del mundo, Obama, Cameron, Merkel, Putín, etc. denuncian el atentado y el terrorismo islámico. La guerra contra el islamismo, ya declarada durante los atentados de Ottawa (Canadá) de Nueva York y de Sydney de estos últimos meses, va a ser relanzada y se van a llamar las poblaciones a que se reúnen detrás su Estado democrático contra el peligro terrorista y totalitario. Las campañas anti-islámicas y anti-mulsumanes van a redoblar mientras se resalta las manifestaciones y contra-manifestaciones sobre este tema en Alemania. Es un verdadero ambiente de guerra que las burguesías de todos los países, y particularmente de América del Norte y en Europa, intentan imponer. En esta hora, no hay ninguna duda de que este último atentado marca una etapa en el desarrollo de una gran ofensiva ideológica y política a nivel internacional contra la clase obrera con miras a imponerle un ambiente y una lógica de defensa del Estado, de la unidad nacional y de la preparación para la guerra.
Seamos claros: denunciamos estos actos de barbaría y el uso del terrorismo. No es un arma de la clase obrera. Y sobretodo, el terrorismo de hoy es siempre, directamente o indirectamente, manipulado y provocado por los Estados a la vez como medio – y momento – de guerra imperialista y, al mismo tiempo, contra la clase obrera : por el terror generalizado y las medidas de represión que estos actos sangrientos justifican ; y sobre todo por la utilización ideológica y política que se hace con ellos y que mira a juntar el conjunto de las poblaciones detrás su Estado y su burguesía en nombre de la unidad nacional y de la defensa del Estado democrático.
Para la clase obrera, la alternativa "democracia contra islamo-fascismo" es una trampa. El terrorismo islamista es producido por los Estados democráticos y las rivalidades imperialistas exacerbadas – la organización Human Rights Watch puso claramente de manifiesto como el FBI reclutaba y utilizaba musulmanes desequilibrados (e incluso no musulmanes) para cometer atentados de "lobos solitarios". No es el islamismo que ataca la clase obrera pero los Estados capitalistas cuya mayor parte, sobre todo los principales, son democráticos. Las provocaciones terroristas y las campañas anti-terroristas y anti-islámicas hacen parte integrante de las políticas de los Estados y son utilizados contra la clase obrera.
Más el capitalismo se hunde en la crisis económica y en las rivalidades imperialistas guerreras, más el terrorismo se desarrollará y golpeará las poblaciones inocentes. Solo la clase obrera puede hacer retroceder las amenazas de guerra y de terrorismo desarrollando sus luchas para la defensa de sus condiciones de vida y de trabajo. Solo ella, por la destrucción del capitalismo, puede dar una solución a esta marcha hacia la guerra que este último intenta en todas partes de imponer en los espíritus y las carnes.
El proletariado no debe caer en la trampa que el Estado burgués le pone : estar con los terroristas o detrás él, es decir detrás su enemigo de siempre. Lo debe combatir más que jamás.
¡ No al terrorismo, no al Estado nacional y democrático ! Todos llevan a la guerra imperialista generalizada.
¡ Sí a la lucha obrera contra el capitalismo, su miseria, su terror y sus guerras !
Grupo Internacional de la Izquierda Comunista, 7 de enero 2015.